Alrededor de 700 personas acudieron a la Caravana Masiva. (Jesús Galindo)
La Caravana Masiva encendió la pasión por Santos Laguna desde horas antes del partido. Alrededor de 700 personas se dieron cita en el hotel de concentración de los Guerreros para manifestarles su apoyo incondicional y acompañarlos al Estadio Corona a bordo de ocho autobuses y gran cantidad de vehículos particulares.
Un ambiente de fiesta se vivió desde las 16:30 horas en el exterior del hotel de boulevard Revolución y calzada México, en donde se dieron cita niños, jóvenes y adultos con banderas, cornetas, matracas y tambores para entonar cánticos, entre ellos "Daría toda mi vida por ser campeón''.
El grito de ¡Santos, Santos! empezó a retumbar. Los rostros de los aficionados estaban pintados con un corazón, un Guerrero o un balón. Las personas que pintaban estas imágenes no se daban abasto, algunos pedían un donativo por su trabajo, otros lo hacían de manera gratuita, como Eduardo Ramírez Romero.
Los asistentes a la salida del equipo aprovecharon la oportunidad para tomar fotografías con sus teléfonos celulares cuando los jugadores empezaron a abordar el autobús minutos antes de las 18:00 horas.
El autobús de los Guerreros inició el recorrido hacia el Estadio Corona escoltado por dos patrullas y 18 motociclistas de la Policía Municipal que le abrieron paso por el boulevard Revolución para tomar el Periférico Raúl López Sánchez y posteriormente conectar con la antigua carretera a San Pedro, la cual fue patrullada por unidades del Ejército Mexicano, Policía Federal, Policía Estatal y Policía Municipal en diferentes puntos.
Detrás del Ómnibus de México que trasladó a los jugadores iba una caravana de ocho autobuses con los porristas de "La Tribu'', comandados por Magda Tovar Salazar, y una gran cantidad de automóviles particulares. El ruido de los claxons y el ondear de banderas le dio un precioso colorido al paso del autobús, que era saludado por grupos de aficionados que le hicieron guardia tanto por el boulevard Revolución como por el periférico Raúl López Sánchez, en donde los aficionados utilizaron los pasos peatonales para ver el paso de los Guerreros.
El recorrido del hotel de concentración al Estadio Corona fue de aproximadamente 40 minutos, ingresando al túnel de acceso al inmueble a las 18:40 horas, minutos antes lo había hecho el Monterrey.
Los aficionados recibieron entre aplausos y al grito de ¡Santos, Santos!, al equipo de sus amores y a la Caravana Masiva, la recepción no pudo haber sido mejor.