Mezcla. Los emblemas de prácticamente todos los partidos se apreciaban a donde quiera que se volteara.
La tradicional marcha por el Día del Trabajo estuvo más coloreada por las banderas de los partidos políticos que por las de los trabajadores.
Y es que a donde quiera que se volteara, había propaganda y activistas vestidos de colores electorales. Y aunque se estableció un pacto para que el desfile recibiera su lugar, este pareciera que no funcionó.
El Siglo de Durango captó imágenes en diversas zonas del recorrido y el resultado fue el mismo: rostros y nombres de candidatos a puestos de elección popular.
Finalmente, las autoridades no reportaron incidentes mayores, pese a la evidente efervescencia de los distintos partidos.