Obama ganó. Gana Wisconsin, Ohio, New Hampshire, Iowa y Nevada. Ganó EU. Ganó el mundo. Los resultados altamente cerrados, le daban el mayor porcentaje en la contienda más difícil de la historia. ¿Qué pasó en EU? ¿Por qué estas elecciones fueron tan emblemáticas y complejas?
Hace 4 años, 2008 fue la elección de la esperanza, del cambio y expectativas. Era la primera vez que un afroamericano ganaba y abrió la puerta al optimismo. No sólo los blancos, anglosajones y protestantes podían ser líderes en el país más importante. Hoy el ánimo es otro. Enfrentan retos no vistos antes. El país vive un proceso de cambio con rupturas de los principales pactos internos.
Por un lado, estaban acostumbrados a que el sistema estadounidense perduraría siempre. Además, se sabía que los intereses de las grandes corporaciones serían estables y la economía no volvería a ver un panorama tan negro como el de la crisis del 29.
Finalmente, el pacto y la seguridad social no eran cuestionados. Esto cambió. Desde los años 80 el sistema comenzó a romperse. Hoy vemos su agotamiento reflejado en la dinámica de la elección 2012. ¿A qué me refiero?
La carrera entre Obama y Romney, por la presidencia y congreso, mostró una sociedad fracturada y dividida en la que los partidos políticos no representan a los ciudadanos. Dejaron de ser correas de transmisión para favorecer políticas públicas. Hoy, como en los años 20, se cuestiona cuál debe ser el papel del Estado. No lo tienen claro. Al igual que en los 60, la sociedad vive indefiniciones culturales. El tipo de empleo cambió también. Los sectores manufactureros tradicionales tienen cada vez menos empleos y éstos se trasladan y son sustituidos por empleos con bases industriales y tecnológicas distintas. Pocos trabajadores están capacitados para éstos. Hoy se tiene que reorientar y reeducar la fuerza laboral.
La dinámica del colegio electoral demostró sus límites: Los estados tradicionalmente seguros, sean republicanos o demócratas, no tienen papel alguno en la elección. Se sienten ajenos a lo que ésta decide. El principal reto para los candidatos se encuentra en los indecisos y es ahí donde hicieron campaña. Los recursos políticos y materiales fueron para convencer a los estados bisagra. Tan solo 4 de 51 estados pueden hacer la diferencia.
El principal reto al que se enfrentaron los candidatos fue lograr que la gente saliera a votar, por lo que hicieron enormes esfuerzos hasta el día mismo de la elección.
La fisonomía de EU es otra. Su población cambió. El juego que tuvieron las minorías en la elección, demuestra la ruptura social. 65% de los blancos es mayoritariamente republicano; sin embargo, parte importante de las mujeres es demócrata. El 95% de los afroamericanos, el 70% de los hispanos y un buen número de los asiáticos son demócratas. Los jóvenes también. Aunque muchos de ellos están desencantados por no tener empleo, cuentan con visión amplia sobre lo que debe ser el rumbo de EU frente a la población blanca sin educación secundaria. Es la cuarta elección consecutiva en que los hispanos definen la elección. Por primera vez se alcanzó la cifra mayor de participación hispana y, a favor de Obama. El nuevo gobierno debe tejer lazos entre unos grupos y otros para reducir sentimientos anti-raciales y sus consecuencias. Gana el mundo. Ganamos todos. Llegó el momento. Seamos parte del cambio.
Sin razas. Seguidores del mandatario estadounidense, Barack Obama, celebran tras los resultados de las elecciones presidenciales en los estados de Oregon y California.