El domingo pasado tuvo lugar el festejo del 95 aniversario de la fundación del Club Deportivo Toluca, una de las instituciones más prestigiadas en el futbol mexicano y hogar de muchos de los mejores exponentes de este deporte.
Los rojos del Estado de México, desde su ascenso al máximo circuito, jamás han probado la hiel de regresar al averno y por el contrario, en diez ocasiones han levantado el trofeo que los acredita como miembros distinguidos de la élite del balompié nacional.
El gran impulsor de este proyecto fue don Nemesio Díez, quien con gran visión fue inyectando toda una filosofía que abarcaba mucho más allá de lo deportivo. Con este pensamiento ético que anteponía los valores humanos al hecho de ganar a cualquier precio, fincó institucionalmente los pilares de esta historia de éxito.
Allá por los años 60, los "Diablos" consiguieron, de la mano de Ignacio Trelles, un bicampeonato que rompía la hegemonía ejercida en ese periodo por el "campeonísimo" Guadalajara. Después vinieron tiempos de sequía hasta que Ricardo de León, uruguayo él y creador de un futbol de marca férrea, lineamientos defensivos ensayados a la perfección que hacían caer permanentemente al rival en fuera de lugar y partidos que se ganaban por un gol, volvió a llevarlos a la cima.
Pero es indudable que la época de oro del club tiene que ver con la creación de los torneos cortos donde se han erigido monarcas en siete ocasiones, siendo Enrique Meza el más exitoso con tres títulos, seguido de José Manuel de la Torre con dos, uno más de Américo Gallego y otro que prácticamente dejó ganado Ricardo Antonio Lavolpe pero que los records otorgan, por el simple hecho de sentarse en el banquillo, a Alberto Jorge.
Grandes jugadores han pasado por sus filas y sería interminable el listado pero recuerdo desde mi niñez a hombres como Florentino López, Amaury Epaminondas, mi queridísimo amigo Juan Dosal, Ítalo Estupiñán, el "Ruso" José Luis Estrada, Vicente Pereda, el único y original "diablo mayor", Claudio Lostanau y ya más para acá, Juan Carlos Paz, Fabián Estay, Juan Manuel Abundis, Hernán Cristante, Vicente Sánchez, Héctor Mancilla y el gran goleador José Saturnino Cardozo.
La familia Brizio tiene un especial nexo con Toluca y su tradicional estadio de la "Bombonera", hoy "Nemesio Díez", ya que mi padre, don Arturo Brizio Ponce de León debutó en ese inmueble, Eduardo mi hermano hizo lo propio en el mismo lugar y el encuentro que marcó mi adiós a las canchas mexicanas en 1998 fue precisamente la final que los "diablos" le ganaron al Necaxa el día que nació el grito de "sí se puede".
Por todo esto, gracias Toluca y muchas felicidades.
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