La directiva del Club Deportivo Guadalajara anunció, con bombo y platillo, la contratación del holandés Johan Cruyff como asesor, buscando remediar los males que lo aquejan y salir del abismo en que se encuentra hundido.
La noticia se esparció como reguero de pólvora por todo el mundo, logrando con ello la primera intención del propietario del rebaño y que era dar un golpe mediático. Experto en esos menesteres, Jorge Vergara se apuntó una victoria y de pasada consiguió que la foto de la pareja presidencial chiva apareciera en los rotativos más importantes del orbe en materia deportiva.
Bueno sería recordar que el pastor de los caprinos, en alguna ocasión, desembarcó en España y declaró que iba a adquirir al Atlético de Madrid, como si hacerlo en un balompié con clubes de verdad fueran enchiladas, pero su simple presencia desató un maremágnum informativo no sólo en la madre patria, sino a nivel mundial.
En fin, que llega el "holandés volador" y los integrantes de su empresa como los salvadores a una problemática que el propio dueño originó, por precipitación o prepotencia, con decisiones de las cuales jamás se ha mostrado arrepentido.
No será la primera ni por supuesto la última vez que un extranjero venga a tierras aztecas a descubrir el agua tibia y a trocar cuentecillas de cristal por lingotes de oro. El contrato de don Johan debe estar suscrito con muchos ceros, mismos que el otro "don", Jorge, ha escatimado a la hora de reforzar al plantel con jugadores de experiencia y calidad probada.
Ya los principales rotativos del país y las plumas más calificadas hablan del "efecto Cruyff" en la victoria de Chivas ante Santos. Si bien es cierto hubo una mejoría en el desempeño del cuadro rojiblanco, también lo es que se asemejó al futbol que practicaban cuando José Luís Real era el entrenador, por lo que me niego a integrar el coro que entroniza al holandés como una especie de mesías.
Al Guadalajara le falta mucho camino por recorrer en lo futbolístico y la Liga parece ya un sueño imposible. La Copa Libertadores, lejos de ser una ilusión, seguramente será un problema más, dado la saturación de juegos para un plantel tan limitado.
Desde ahora creo que el diagnóstico del redentor traído desde lejanas tierras será que Guadalajara tiene que reforzar sus líneas con jugadores de primer nivel. Apostar solamente a la cantera resulta riesgoso e insuficiente.
Está claro que ante los cambios estructurales en una organización el ser humano, no sólo el futbolista, reacciona y da lo mejor de sí. El problema radica en saber cuánto tiempo puede durar esa motivación por sí sola.
Si la sola charla de Johan Cruyff alcanza para modificar un entorno al 100%, desde este momento doy por fundado el P.U.M. (Partido Único del Mesías) y lo postulo a la Presidencia de México. (Aplausos).
Apbcarter_1@hotmail.com
