Han transcurrido una decena de fechas en el torneo mexicano de futbol y las modificaciones en el liderato general han sido cuantiosas, tanto que en ninguna liga seria del orbe podemos ver tanto cambio de estafeta a la hora de encabezar la tabla de puntuación.
Es tan sui generis nuestro campeonato que arrancó con dos victorias del San Luis, que lo encumbraron al cielo; hoy está sumido en una crisis que le ha valido ganar dos puntos de veinticuatro disputados y anda por el lugar dieciséis, sólo arribita de Tecos y Querétaro.
El último equipo invicto en caer fue Cruz Azul y con esa envidiable etiqueta, si el torneo hubiera terminado en ese momento o ahora, simplemente vería la liguilla por televisión, ya que anda en el noveno lugar general.
Guadalajara ocupó recurrentemente el sótano pero fruto de tres victorias seguidas ha pegado un descomunal salto que lo ubica en el casillero número doce y va contra el débil cuadro de Gallos Blancos, lo que casi augura alargar la racha.
Toluca ya lideró la liga y empieza a ser más diabólico de visitante que de local, y en esta semana fue a bajar del trono a Monarcas. Por el momento se ubica en zona de calificación en séptimo lugar aunque el sitio de honor lo tiene a tiro de piedra, es decir, sólo a una victoria.
El América del "Piojo" tuvo que ceder el alto sitial al solamente empatar en Tijuana ante los sorprendentes Xolos, quienes pese a jugar en inferioridad numérica casi todo el encuentro, sacaron los dientes y el valioso punto que los aleja del descenso y los convierte en la revelación de la temporada.
El campeón Tigres también ha ejercido su paternidad en el evento que corre y por el momento, fruto de su empate en la selva chiapaneca, se quedó un puntito abajo compartiendo casilla con las Águilas.
Ya decíamos que Morelia fue zarandeado por Toluca y eso le costó dejar la cima en solitario para ahora verse no sólo acompañado sino desplazado por uno de los equipos más regulares de los últimos tiempos y que es el Santos de la Comarca Lagunera. Los dirigidos por el "Maestro" Benjamín Galindo integran un grupo que juega bien al futbol y que suelen ser contundentes.
Alguien dirá que todo esto es producto del equilibrio de fuerzas y puede que tenga razón. Para mí, el torneo mexicano no es competitivo ya que esto implica la búsqueda de la excelencia, sino nada más competido, donde el equipo X le puede ganar a Y, perdiendo mañana con Z.
Una liga donde el equipo que se está yendo a la división de ascenso se presenta con un esquema ratonero y temeroso a su partido dominical y termina agradeciendo el puntito obtenido aunque le sirva para maldita la cosa, no puede ser tomada en serio, por muchos intereses económicos que mueva. ¡Urgen cambios!
Apbcarter_1@hotmail.com
