Alguna vez escuché a un amigo, particularmente racista, decir que el mejor invento en la historia de la humanidad después de la rueda, habían sido las castas. O sea que el hombre evolucionó hasta que entendió que no todos somos iguales, que incluso entre los perros hay razas y que la basura se separa y se recicla.
Por supuesto que podremos usted y yo estar en desacuerdo con semejante afirmación pero la realidad nos avasalla. Efectivamente, el mundo se acomoda según la cuna, el dinero, la preparación, el apellido, el puesto político o incluso el número de delitos cometidos, desmanes perpetrados o muertes que se carguen en la conciencia.
El pasado fin de semana se jugaron dos de los encuentros emblemáticos del balompié nacional: El "Clásico del Norte" que divide a Monterrey y sus alrededores y el llamado "Clásico de Clásicos" que pone en vilo a todo el país y las diferencias resultaron evidentes.
En el partido entre Rayados y Tigres predominaron la calidad técnica y el inteligente planteamiento táctico sobre las ganas y el pundonor, resultando sumamente entretenido y emocionante.
Víctor Manuel Vucetich se "comió" a ese viejo lobo de mar que es Ricardo Ferreti acomodando a su equipo para defenderse teniendo el balón y eso desarmó a los felinos y permitió que, por momentos aquello pareciera un baile. Además la dupla Suazo-De Nigris parece más aceitada que nunca y de esa manera han puesto a pensar qué tan cerca del bicampeonato puedan estar los de San Nicolás de los Garza.
El arbitraje de Mauricio Morales estuvo a la altura no sólo de la calidad del juego sino de la larga trayectoria de este silbante, y en ese sentido ningún reproche para el representante de la ley.
En el Chivas ante América predominaron la garra y la fuerza ayudando a ver un juego trabado y de alternativas. El peso específico de las individualidades cremas pudo más que el conjunto rojiblanco y de esa manera se escribió el capítulo que pone más cerca que nunca de la liguilla a los capitalinos y parece sentenciar la eliminación de los tapatíos. Así de cruel puede ser un clásico.
De los técnicos, debutantes ambos en esta clase de cotejos, se puede decir que Miguel Herrera corrió con más suerte. Cuando saca del terreno a Christian Benítez, todo mundo pensó que se había vuelto loco, sin embargo, la jugada del gol la capitanea Raúl Jiménez, quien había relevado al "Chucho". ¡Ver para creer!
El arbitraje también marcó las diferencias, ya que Marco Antonio Rodríguez se vistió de protagonista invalidando un par de acciones francamente polémicas. A las Águilas, por supuesto recargón de Benítez sobre Álvarez y a los caprinos, por haber demasiada gente en el área.
En fin, que los clásicos finsemaneros cumplieron pero dejaron de manifiesto que, en el futbol como en la vida, existen… Las clases sociales.
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