Recuerdo que cuando éramos niños, las órdenes de los padres y maestros no se discutían. ¡Qué esperanzas de que un chamaco baboso se pusiera a protestar por la ropa que su mamá le alistaba o con su padre por donde iban a ir de vacaciones!
Las instrucciones se acataban y ya, sanseacabó y pobre de aquél que para conseguir un permiso trajera de embajadores a los amiguitos. "A mí no me traigan apóstoles", vociferaba mi santa madre para señalar que nosotros solitos deberíamos tramitar las autorizaciones y cargar con la negativa, sobre todo cuando de quedarse a dormir en casa ajena se trataba, que seguramente traería aparejada la respuesta.
En alguna ocasión nos mandaron a Eduardo, mi inseparable carnal y a mí a un mandado por los rumbos de la colonia Roma, en el viejo y hermoso Distrito Federal. Una vez realizada la diligencia, se nos hizo fácil pasar a La Condesa, otra colonia de esa ciudad, donde vivían nuestros abuelitos con el propósito de saludarlos.
Al ver que pasaban las horas y no aparecíamos, mi angustiada madre marcó el 28-64-35, teléfono de los viejos y ahí le informaron que sus nenes estaban muy tranquilos viendo la televisión. La jefa amenazó con privarnos de la vida en cuanto nos viera y cuando la abuelita le dijo que no era para tanto, escuché una respuesta que me perseguiría el resto de mi vida: "No se mandan solos".
Pues parece que los amos del futbol en este país sí se mandan solos, demostrando con su accionar que las normas son simplemente consejos que en nada los obliga y para muestra, el horario en que se puso el juego dominical entre Monarcas y Tigres, 20:00 horas, que coincide con el debate presidencial y que además el I.F.E. sugirió que se modificara.
La Femexfut está constituida contra las leyes deportivas de la nación. Según la legislación vigente, una federación quedará integrada con las 32 asociaciones estatales y no por los clubes, como sucede acá. La liga profesional debería ser un importante apéndice, pero no quién dicte las reglas para todo el futbol.
En ella se permiten flagrantes violaciones a las leyes tributarias, con equipos que evaden impuestos; se permite la multipropiedad de equipos; se pasa por alto la existencia de dobles contratos para los jugadores, uno con las cifras reales que guarda el club y otro a mínimos que es el que obra en los archivos del organismo; se tolera que los dos promotores que a ojos de todos manejan el futbol carezcan de licencia ante FIFA; se establece un "pacto de caballeros" para impedir que aquel jugador que recupere su carta vuelva a jugar en algún equipo de la liga, en fin, una impresionante cantidad de vulneraciones al mínimo estado de derecho.
Por todo ello, afirmo que estos compas sí se mandan solos y los López, Peña, Vázquez y demás ciudadanos les valemos un cacahuate.
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