Los historiadores dan cuenta de que el Rey español Felipe II declaró la guerra a Inglaterra en el año 1585, como represalia por la ejecución de María Estuardo, las prácticas de piratería consentidas por la corona británica y buscando la abdicación de la Reina Isabel I.
Para ello, mandó juntar una flota impresionante, a la que se bautizó como la "Armada invencible", compuesta por 127 barcos a fin de invadir la isla, comandada por Don Alonso Pérez Guzmán.
Era el verano del año 1588 cuando se decidió formalizar el ataque y los navíos tuvieron que enfrentar a la mar embravecida y circunstancias climatológicas que obligaban a los propios ingleses a guarecerse en puerto.
Fue tal el desastre propiciado por la furia de los elementos que los galeones que no perdieron el rumbo, colisionaban entre sí, quedando desarbolados e inútiles para la batalla.
El 2 de agosto tuvo lugar el único enfrentamiento serio entre ambas flotas, donde el famoso pirata inglés Francis Drake dejaba a la deriva sus naves incendiadas para usarlas como medio de choque ante la superioridad en número y armamento de la flota española.
El resultado fue terrible y una dolorosa derrota para los hispanos, que regresaron maltrechos y destruidos a dar cuenta de su impotencia al atribulado monarca que creía que la invasión era una misión de origen divino.
Le platico todo esto para poner en contexto el moderno nombre que se le da a España, el equipo más dominante de los últimos años y que acaba de dar una cátedra de cómo jugar bien al futbol, ganando a toda ley la Copa Europea de naciones.
Esta moderna "Armada invencible" ha hecho historia en apenas cuatro años. Ganó la Euro en 2008, la Copa del Mundo en 2010 y ahora se yergue como monarca del evento que reúne a lo más granado del balompié en el Viejo Continente.
España logró algo que es muy difícil en un torneo: ser mejor que cada uno de sus oponentes y elevar la calidad de su ejecución de un partido a otro, culminando con la humillación de que hicieron objeto a Italia en la gran final.
Quizá Portugal fue el equipo que más batalla le dio a la "Furia Roja" pero igual acabó siendo inferior y cayendo en la serie de penales.
¿Hasta dónde llegará este equipo? Caray, es difícil predecirlo. Lo cierto es que la afición mundial a este bello deporte tendría que aplaudir de pie a estos modernos gladiadores, que elevan el trato de la pelota a la categoría del arte.
Sería injusto poner a un jugador por encima de los otros. En eso radica la fortaleza de este equipo. Todos corren, se desmarcan, piden la pelota y la tocan con exquisitez hasta desesperar al rival en turno.
Mis respetos también para ese señorón que es Vicente del Bosque. Con su indiscutible liderazgo, el equipo puede tocar el cielo. ¡Viva la "Armada invencible".
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