La nueva Liga MX ha traído consigo algunas emociones que ya estaban presentes desde antes que se le diera esta "manita de gato" a la organización. Lo más notable, como siempre, es el hecho de llegar a la última fecha con boletos disponibles para la liguilla.
El sistema de competencia en México es sumamente benévolo y permite que equipos cuyo rendimiento ha sido mediocre, conserven la esperanza de salvar la campaña mediante una calificación que al final puede ser el pasaporte al título.
Sin embargo, algunas circunstancias pueden calificarse de patéticas, en una de las acepciones que da la Real Academia de la Lengua Española, al definirla como "algo grotesco, que produce vergüenza ajena o pena".
Encabeza este listado de la vergüenza la triste campaña del autollamado "Equipo de México". Pachuca gastó un dineral en refuerzos y repatrió a Hugo Sánchez, quien sigue demostrando que como estratega fue un gran goleador. Además, se niega a reconocer el fracaso y le da vueltas al afirmar que el proyecto para el que lo trajeron es "a dos o tres años".
Penoso el caso del Querétaro y la enésima traición que se hace en esa plaza a la noble afición. Cambios en la directiva, oscurantismo en el origen y manejo de las finanzas, refuerzos que no lo son e inexplicables decisiones cupulares, tienen al equipo con menos vida que el sexenio calderonista. Están a punto de cerrar la peor campaña en la historia de los torneos cortos.
¿Y dígame qué le parece el caso del Atlas? Aunque se enojen sus fans, es un equipo con más dirigentes que aficionados, donde una pequeña mafiecita del poder toma las decisiones y lo hace con todo el cuerpo menos la cabeza. Desde que Tomás Boy tomó el timón no ha podido ganar. Bendita sea la Virgen de Zapopan por permitir la existencia del Querétaro, de lo contrario, los Rojinegros serían el candidato natural para el descenso.
El Puebla pone su carretón de granos de arena para este infeliz listado. Además de su pobre campaña con apenas 13 puntos, cambios de entrenador, broncas financieras y judiciales, su propietario Ricardo Henaine nos ha regalado, en las últimas fechas, un cambio en el uniforme oficial. La tradicional franja en azul ha sido sustituida por una en rojo. La verdad, se ve horroroso y las lenguas de doble filo afirman que obedece a intereses políticos. ¡Qué bárbaro!
Deslucida la gran final de la Copa MX, no por el hecho de que hayan llegado equipos de la división de ascenso, al contrario, Dorados y Correcaminos hicieron su esfuerzo y protagonizaron una definición no apta para cardiacos. Me refiero al hecho de que no haya televisión nacional, a la ausencia de altos directivos en la premiación y en general a su nula difusión. Parece que la criatura, si no la cuidan, crecerá deforme.
¡Chin!, creo que me faltó espacio. Como dicen en las novelas: Continuará…
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