Otra vez re andando el camino, otra vez acumulando emociones y sobresaltos, otra vez goles espectaculares y bobos, otra vez número uno de la Liga, otra vez los corazones exprimidos vuelven a llenarse de ilusión y esperanza, los dioses del futbol al parecer esta vez, sí, esta vez nos están mandando la señal anhelada, este es el torneo, esta vez por fin veremos a nuestro equipo regocijado dando la vuelta olímpica en nuestra hermosa casa. Esta vez tiene que ser, tiene que ser.
Nadie pone en duda la capacidad física y dominio del juego de la mayoría de los futbolistas laguneros, por ahí ya no pasa la cosa, el asunto todos lo sabemos, es si los muchachos de Benja todavía tienen algo de hambre por ganar el campeonato con la playera verde y blanca, algunos sentirán que es su última oportunidad (Morales, Mares, Ochoa, Olvera, Becerra, entre otros).
Una buena señal sin duda parecen ser los triunfos y las exhibiciones dadas después de la devastadora manera en que se perdió el boleto a Tokio, al parecer el mentado cambio de chip se realizó con éxito y ahora todos empujan hacia el mismo objetivo, la anhelada cuarta estrella.
El cursi de Pepe Grillo canta en Pinocho: "When you wish upon a Star" observando por la ventana una espléndida noche de verano, me imagino a todos los que simpatizamos o de plano nos apasionamos con los Guerreros, noche a noche observando nostálgicamente el cielo estrellado ubicando la estrella más grande y le cantamos como la conciencia del niño de palo, le pedimos que baje y se acomode al lado de las otras tres estrellas justo abajito del escudo santista.
Santistas, ya no se pregunten ¿qué haré si somos subcampeones otra vez? Ya no se atormenten y alejen el virus de la mala vibra, mejor pregúntense cómo van a celebrar la cuarta estrella. Lo más importante, recuerden, esto es solamente un aderezo en nuestras vidas, no dejen que el mal humor los domine y haga sus vidas miserables sólo porque tu equipo favorito no puede ser campeón, todos lo deseamos pero no merece más que ocupar una parte de tu vida, una parte correspondiente a la diversión, no puede ser que tu entretenimiento favorito se convierta en tu peor pesadilla, los que te rodean, algunos de ellos les importa la mitad de un rábano lo que haga o deje de hacer el Santos Laguna, no merecen, insisto, amigos o parientes, soportar tu negro humor cuando Santos no consiga su objetivo.
Qué padre va a ser levantar la Copa en el TSM, qué fiesta, qué alegría y regocijo, los dioses nos lo concedan, pero ¿y si no? El equipo seguirá ahí, el estadio también, la Comarca no se colapsará, y los laguneros seguiremos teniendo un orgullo de equipo.
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