La temporada de beisbol de la Liga Mexicana de Verano ya se encuentra en sus dos últimos meses y Vaqueros Laguna una vez más se encuentra en el camino de la eliminación. La novena naranja sólo por un día logró abandonar el sótano de la Zona Norte para de inmediato regresar y quedarse atorado de forma desesperada.
Sus números en gira son tolerables, 14-20, Monclova, por ejemplo, sólo lo supera por un juego jugando de visitante 15-19, el problema es que los Acereros tienen marca de 19-9 en casa y Vaqueros tiene el peor registro de la Liga en su propio estadio con un lamentable 9-19, exactamente lo contrario que los monclovenses.
El pitcheo de Laguna, último lugar en las dos temporadas anteriores, había mejorado un poco, en la actualidad se sostiene a duras penas en el lugar catorce permitiendo casi seis carreras por cada nueve entradas, sólo los sorprendentes Diablos y los Rieleros están en peores condiciones.
En este momento, nueve juegos y medio separan a Vaqueros del cuarto lugar, Aguascalientes, restan cincuenta partidos, ni cerca de una eliminación matemática ni virtual, el asunto es que para calificar hay que estar cerca del cuarto lugar y Vaqueros va en sentido contrario. La directiva volvió a confiar en el roster original de inicio de temporada y una vez más el proyecto inicial se cayó en pedazos. ¡Y a darle de nuevo! A moverse, a traer otros extranjeros, otros lanzadores, a tratar de mejorar una infame defensa, aquí no hay queja, los directivos no se quedan observando, se mueven y tratan apuradamente de levantar la nave naranja que se niega a tomar el curso adecuado.
De lo rescatable, John Lindsey, el primera base nativo de Hattiesburg, Missouri, a pesar de bajarle un poquito al ritmo impresionante que llevaba sigue teniendo números espectaculares: sexto en bateo con .361, segundo en homerunes con 18, sexto en producidas con 53, quinto en imparables con 82, en fin que el hombre se ha convertido poco a poco en un ídolo de la noble afición naranja.
Otra situación digna de destacar es la realidad en que se ha convertido el zurdo Demetrio Gutiérrez, es este 2012 el año de su consagración, este chavo es lo rescatable del cuerpo de abridores de Juan Francisco "Chico" Rodríguez, Demetrio tiene marca de 4 ganados y 6 perdidos con un promedio de limpias de 4.94, 47 ponches y sólo 22 bases por bolas en 74 entradas y dos tercios, sí, lo sé, nada impresionante, pero tomen en cuenta que en sus próximas dos salidas cubrirá su mayor número de entradas lanzadas de su carrera (el mochiteco está en su quinta temporada) las probabilidades de que le baje a su porcentaje de limpias son buenas, Demetrio nunca ha podido bajar de cinco cuando lanza un mínimo de 47 entradas. El muchacho de apenas 22 años es sin duda un lanzador confiable para las próximas temporadas de Vaqueros Laguna.
Como cada año, sólo nos queda confiar en una remontada épica, pero en lo que sucede o no, difícilmente me negarán que se la pasa uno de lo lindo en el Revolución, una opción inmejorable de diversión en estos calores criminales.
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