El ya muy próximo jueves seis de septiembre estaba programado el inicio de la temporada 2012 de la NFL, pero de esas veces raras que a los organizadores de esta Liga, ejemplo de eficiencia, se les peló que ese mismo día el presidente de los Estados Unidos, el señor Barack Obama, dará su discurso de aceptación como candidato demócrata para un periodo de reelección en el mismo MetLife Stadium casa de los actuales campeones de la Liga, los Gigantes de Nueva York. No hay bronca, ha de haber dicho el señor Roger Goodell 'nos adelantamos un día' (claro, aquí la bronca será para los pobres que tendrán que trabajar durante toda la noche a marchas forzadas para dejar listo el escenario para la fiesta de los grillos) entonces, este miércoles cinco de Septiembre, sí señores, del miércoles que entra en ocho los Vaqueros de Dallas serán la víctima propicia para que los muchachos que dirige Eli Manning se luzcan en la inauguración de la temporada. Será la novena ocasión en que el campeón abra la temporada, en las ocho anteriores siempre el monarca defensor ha ganado, es decir, la marca es de 8-0, Gigantes tratará de no convertirse en el primer derrotado.
Caray, con la misma expectativa que esperábamos la siguiente entrega de la zaga de Star Wars o ahora la siguiente temporada de nuestra serie favorita, así se espera la temporada de la NFL, pero ¿por qué se espera con mayor ansiedad que el inicio de cualquier otro deporte? Simplemente porque es pura diversión y lo mejor, 100 por ciento garantizada, cuántas veces hemos sido decepcionados hasta el tuétano por inauguraciones de mundiales de futbol soccer. El deporte más seguido del mundo cada vez tiene un número más bajo por cada diez en lo que se refiere a calidad, es decir, de cada diez partidos que uno ve quizás tres cubran tus expectativas, por el contrario, y como ejemplo inmediato, alguien se atreve a poner en duda que el primer miércoles de septiembre seremos cegados de la emoción por la luminosidad del gran espectáculo que montarán Vaqueros y Gigantes, todos rodeados de un ambiente irresistible de show time.
Inmediatamente la NFL programa partidos para quedarte atornillado en el sillón, con cara de "qué quieres que haga gorda" cuando tu mujer te pide que des muestra de que estás vivo y puedes moverte del cuarto de la tele, no, imposible no hay forma. Semana uno: doce del mediodía; Los Potros de Andrew Luck visitan a la siempre temible defensiva de los Osos, a las tres; San Francisco en Green Bay y a las siete con veinte el estelar, mis amados Acereros contra Peyton Manning y los Broncos, con los que tenemos una deuda por saldar. Falta, poco pero falta, pero es irresistible comentar con toda la banda enefelera de La Laguna lo que viene, con decirles que a partir del lunes diez de septiembre, los lunes, los siempre odiados lunes, se redimen ante nosotros y de manera increíble son esperados con ansia, ¿¡un lunes esperado con ansia!? Sólo en el mundo de la NFL.
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