Se veía venir, algunos, como un servidor, lo negábamos. ¿¡Cómo que el Santos no va a calificar!? ¡Claro que sí! ¿Con este sistema de calificación?….pero por supuesto que califica, se tendría que tener un torneo desastroso, horrible, algo así como no ganarle al Querétaro en su casa dirigido por Sergio Bueno cuando todos le ganan y fue el peor local, perder contra el trece en casa, empatar con el 16 en casa, no anotar ni un solo gol en cinco partidos, en las visitas a León, América, Toluca, y Morelia, anotar un gol y crear tres oportunidades más o menos claras ¡en cuatro partidos completos! Habría que hacer eso para no calificar, habría que dejar que se lucieran y te anotaran híbridos como Landín y Sabah.
Habría que permitirle al "Tito" Villa su mejor y único partido decente de un torneo de pesadilla para el argentino. Habría que escuchar en cada una de las transmisiones nacionales una y otra vez la torturante frase: "¿dónde está el campeón?". "¿Este es el campeón"?, dicho con un tonito maligno. Habría que terminar con un menos cuatro, obtener una miserable cosecha de 23 puntos de 51 posibles, que Lugo y Suárez no tuvieran un torneo malo sino pésimo, que en la recta final del torneo se ganara sólo un partido de los últimos seis, habría que perder nueve puntos en el Corona. Tendrían que pasar estas y otras cosas horribles para que el campeón no calificara y… sucedieron, así, los malignos planetas se alinearon, la ominosa tormenta perfecta se formó y el campeón se fue desintegrando hasta ser destronado humillantemente.
Esta eliminación es resultado básicamente en el mal desempeño de los jugadores santistas, el resultado de ser superados ampliamente en la mayoría de los partidos que disputaron, el rival fue mejor, Benjamín Galindo compitió contra otros estrategas que le ganaron la batalla, se ganó seis veces y se perdió seis veces, con cinco empates, los momentos de luminosidad fueron escasos, buscar pretextos, la mayoría de una idiotez abismal (el Potrillo, se querían ir de vacaciones, le preparaban la cama a Benja, etcétera) sería necio. Simplemente en este torneo Santos Laguna fue un equipo malo, no mediocre, malo.
Se ha puesto de moda el término "fatiga muscular" cuando se trata de explicar la ausencia de un futbolista por sobrecarga de trabajo, habría que acuñar ahora el término "fatiga del espíritu" o "fatiga del alma" para este Santos Laguna del Apertura 2012.
Benja termina contrato pero la intención primaria es mantenerlo en su puesto, no así un buen número de futbolistas que no supieron apreciar el jugar en una institución modelo del futbol mexicano.
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