EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

La Divina Comedia

GILBERTO SERNA

El Partido Verde Ecologista acusa a AMLO de haber enviado porros a la Universidad Iberoamericana, el viernes de la semana pasada, donde se encontraba en plena campaña el candidato del PRI, organizándole un ataque verbal, argumentando que quienes le gritaron a Peña Nieto no son estudiantes, "yo estudié en esa escuela y conozco que esa no es la forma de actuar de los alumnos", dijo sin aportar pruebas, salvo su palabra, la de senador del Verde Ecologista, Arturo Escobar y Vega. Le preguntaron que si estaba seguro que los jóvenes que le gritaron "fuera, fuera, fuera" no eran educandos del plantel respondió: "es la forma de actuar de López Obrador para atacar a sus contrincantes políticos a quienes les organiza todo tipo de eventos agresivos".

Por otra parte, Gabriel Quadri de la Torre fue recibido con abucheos y descalificaciones al arribar a las instalaciones de la Universidad Autónoma de Querétaro. La nota periodística señala, que entre los gritos más recurrentes destacó el de "empleado y títere" de la líder del SNTE, Elba Esther Gordillo. Quadri externó que todo fue "sembrado" por el candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador. Al salir del recinto, los universitarios, dice, le lanzaron rechiflas y abucheos.

Me queda claro que quien dicen es capaz de manipular a los estudiantes, como dicen sus detractores, de dos centros de estudio, lo están pintando como un fantasmón (lleno de presunción y vanidad) hábil para la marrullería. En el entendido que el académico le estaría diciendo a AMLO cualquiera de los siguientes improperios: tramposo, zorro, artero, astuto, ladino, truhán, pillo, pícaro, taimado, enredador o camandulero, o sea hipócrita, embustero y bellaco (y esto de bellaco sí duele, porque lo estaría tachando de ruin y en castellano apostrofar a alguien de ruin, es decirle: vil, bajo y despreciable).

Bien, los políticos son así, se dicen lindeza y media y se quedan impávidos, impertérritos, impasibles e imperturbables. Aunque cabe aclarar que Gabriel Quadri, en el único debate que ha habido hasta ahora, se deslindó de los políticos, cual si se tratara de una raza maldita de la que gente decente debe distanciarse, por tratarse de un oficio indecoroso. De plano no se midió, además se mordió la lengua pues solito cayó en el refrán de dime con quién andas y te diré quién eres.

Para quienes pensaron que cuando López Obrador presentó, durante la celebración del debate con sus contrincantes, una foto de aun su odiado enemigo departiendo con el candidato priista, que los estaba presentando para demostrar su connivencia, esto es que ambos son una misma cosa, en realidad ahora sé era un conjuro mediante el cual estaba exorcizando a sus enemigos mediante palabras cabalísticas aprendidas de niño en la región de la Macuspana. Esto, de acuerdo con las reglas del esoterismo, es lo impenetrable o de difícil acceso para la mente humana. Estaba solo, recordando a las castas sacerdotales mayas que dirigían el ritual de la Serpiente Jaguar que simbolizaba el poder lunar, es decir, el poder solar manifestado en la oscuridad o sea poder solar nocturno, que llega del cosmos. Esto es, el poder de la luna que desciende y envuelve a la Tierra. Por eso los presentó de cabeza, en una imagen donde no se alcanzó a ver que ambos tenían miel de maguey tapando sus gargantas.

No se crea que en este país los políticos se mantienen ajenos a los trapicheos mágicos. Al contrario son supersticiosos como el que más. En vez de escapularios traen saquitos rojos colgados del cuello, repletos de uñas de gatos negros, debajo de la camiseta. Se bajan de la cama por el lado derecho. Por las noches acuden a que echen las cartas. Les gusta que los limpien con hojas de pirul, mientras están de pie envueltos en nubes de humo que escapa de un anafre, en cuyo infierno arden el copal y la mirra. Les fascinan los buenos augurios sacados de la lectura de sus manos. Por las calles desiertas vagan como sombras perdidas o fantasmas con los ojos vaciados de sus cuencas, los que no le atinaron al bueno es decir los que apoyaban al Peje. Las sibilas se pasean por las alamedas transmitiendo los mensajes de los dioses, que les indican hacia dónde debe ir la cargada o sea los búfalos una vez que se da a conocer a qué huelen los frijoles acedos.

Llueve en cántaros la agua celestial, afuera los amantes aprovechan para abrazarse sin rubor en algún rincón oscuro. La luz de un relámpago no logra descubrirlos, pero si las lápidas de un panteón cubierto de sombras, en cuya pórtico reza: ¡Oh vosotros, los que entráis, abandonad toda esperanza! lo mismo que anotó Dante Alighieri en el dintel de las puertas del Infierno, según nos ilustra en su obra la Divina Comedia en cuyos nueve círculos no aparecen políticos. En fin, cabe pensar que Gabriel Quadri tiene razón, al señalar, que ni en los avernos los aceptan.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 741854

elsiglo.mx