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La emboscada de Tres Marías

Gran angular

RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS

Apenas empieza a conocerse lo ocurrido el viernes pasado en un camino de terracería cercano a la carretera federal México-Cuernavaca a la altura de Tres Marías.

Jess Hoods Garner y Stan Dove Boss, agentes de la CIA con identificaciones de la embajada de Estados Unidos en México (según fuentes cercanas a la investigación de la PGR) se trasladaban al campo de tiro y entrenamiento de la Infantería de Marina ubicado en Xalatlaco, estado de México, acompañados de un capitán de la Armada cuyo nombre sigue en secreto.

Uno de los estadounidenses manejaba, el otro iba de copiloto y el marino mexicano, como guía, en el asiento de atrás. Su camioneta, una Toyota Land Crusier negra con placas diplomáticas BCM242 de la Secretaría de Relaciones Exteriores, circulaba por el tramo de terracería conocido como El Capulín.

Entre las 8:10 y las 8:40 de la mañana, la Toyota fue alcanzada por una Dodge Van con hombres armados vestidos de civil que la encañonaron, le cerraron el paso y obligaron a que se detuviera. De pronto, quien conducía el vehículo diplomático se echó en reversa bruscamente, pero con gran destreza, y a toda velocidad dio vuelta en U para regresar por la terracería hacia la carretera federal México-Cuernavaca. De la Dodge Van salieron los primeros disparos que marcaron el inicio de una persecución. En ese momento el capitán de la Armada se comunicaba con sus superiores para informarles lo que ocurría.

Otro vehículo, un Sentra con cuatro hombres armados, también de civil, les salió al paso y se frenó para tratar de bloquear el camino, pero la Toyota lo eludió y continuó en su huida. Del Sentra también salieron disparos antes de que se sumara a la persecución.

Poco antes de llegar a una gasolinería cercana al entronque con la carretera federal, otros dos vehículos con hombres armados y también vestidos de civil (a saber una camioneta tipo X Trail y un Chevy morado) se incorporaron a la persecución que terminó en el kilómetro 50+500 de la carretera cuando la Toyota quedó inmovilizada y con las llantas ponchadas. Uno de los agresores se acercó hasta el vehículo e hizo una descarga sobre el cristal lateral delantero de la derecha que fue la que presumiblemente hirió a los agentes de EU. La camioneta había resistido las descargas anteriores gracias a que contaba con un blindaje siete, el más alto del mercado, muy parecido al de los vehículos presidenciales.

El tiroteo cesó conforme llegaron pelotones de marinos -gracias a la llamada del capitán inmediatamente después del primer ataque-, quienes denunciarían después que los atacantes eran federales vestidos de civil, los 12 que están arraigados y a los que se les fincarían responsabilidades por intento de homicidio y abuso de autoridad.

Lo que para la Policía Federal fue una confusión al atacar, sin sus correspondientes uniformes, a quienes creían secuestradores (lo que deja muy mal parado al secretario Genaro García Luna, sobre todo después del enfrentamiento de federales que acabó con la muerte de dos de ellos en el aeropuerto del DF apenas el 25 de junio), para el gobierno de EU fue una emboscada.

Esta reacción inicialmente airada se moderó ayer al saberse que de acuerdo con las pesquisas de la PGR los diplomáticos agredidos eran agentes de la CIA y después de la disculpa que por esos hechos ofreció Felipe Calderón al embajador estadounidense Anthony Wayne. Éste prefirió ya guardar silencio hasta que la investigación de las autoridades mexicanas dé resultados.

Estos acontecimientos muestran los niveles de ineficiencia y riesgo con que están operando la Policía Federal, la cada vez más descarada intromisión de EU en la inútil guerra declarada por Calderón al narcotráfico y el peligro que todos corremos de llegar a ser confundidos.

INSTANTÁNEAS

1. LA SENTENCIA del juicio de inconformidad que promovió el Movimiento Progresista para invalidar la elección presidencial se conocerá pasado mañana. El proyecto de sentencia ya lo terminaron los integrantes de la comisión especial creada con ese fin por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) Salvador Nava, Flavio Galván y Constancio Carrasco. Los otros magistrados ya lo recibieron para su análisis.

2. LA BANDA presidencial le será cruzada al ganador de la elección por el priista Jesús Murillo Karam si, como se espera, la LXII legislatura, al instalarse hoy, aprueba la propuesta del tricolor para que el exgobernador de Hidalgo presida durante el primer año la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Al cierre de esta columna aún se discutía si será el PRD o el PAN el que presida la Junta de Coordinación Política, pero todo apunta a que el blanquiazul, como segunda fuerza, la encabece con su líder parlamentario, Luis Alberto Villarreal.

(rrodriguez@angularotmail.com @RaulRodriguezC)

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