TODO QUEDÓ BAJO SOSPECHA. Dos empleados menores del Gobierno del Estado de Veracruz fueron sorprendidos en el aeropuerto de Toluca cuando bajaban de un jet privado un abultado maletín conteniendo 25 millones de pesos en efectivo. Fue la Procuraduría General de la República quien detuvo a los dos empleados de la Secretaría de Finanzas pertenecientes al gobierno de Javier Duarte gobernador de Veracruz.
SIN DUDA el descubrimiento del trinquete veracruzano se debió a un clásico "chivatazo", o a una denuncia anónima de alguien infiltrado al interior del mismo gobierno veracruzano, o quizá se trató de "fuego amigo" de ese que nunca falta.
LO QUE SÍ QUEDA fuera de cualquier duda, es lo siguiente: Se trata de un movimiento aéreo de millones de pesos propiedad de los veracruzanos, sacado de las arcas del gobierno del estado al margen del más elemental marco jurídico; Es a todas luces una extraña y sospechosa operación; Se trata de un procedimiento irregular y violatorio de los códigos administrativos internos que rigen los movimientos de dinero y que por alguna razón, no quiso satisfacer la Secretaría de Finanzas de Veracruz, hoy a cargo de Tomás Ruiz. Es con toda certeza, un acto burdo de corrupción y del cual el gobernador Duarte no quería que nadie se enterara. Por fortuna el escándalo llegó a los medios y con ello, al particular conocimiento de los veracruzanos y de los mexicanos en general.
LO QUE SUBYACE al interior de este extraño asunto, nos pone de manifiesto que las cosas deben andar muy mal en aquello de los manejos del dinero propiedad de los contribuyentes veracruzanos. El asunto es tan irregular e increíble, como que a las doce de la noche (como los bandidios) y un día viernes, dos empleados menores aparecen con un maletín rebosando 25 millones de pesos en el aeropuerto de Toluca, dizque para pagarles a sus proveedores. Por lo pronto, la Procuraduría General de la República detuvo a los dos misteriosos mensajeros y además les decomisó los 25 millones de pesos, hasta en tanto se aclare su legal origen, procedencia y real destino.
LOS MENSAJEROS detenidos declararon que los millones de pesos estaban destinados al pago de diversos promotores de eventos y de la siguiente manera: 2 millones para la Fiesta de la Candelaria, 15 millones para el Carnaval de Veracruz y 8 millones para la Cumbre de Tajín. Esto es, para puras fiestas y jolgorio en un país que está tronando.
MUY EXTRAÑO e inusual, pues se trataría del primero caso en nuestra larguísima historia burocrática, que un gobierno corre solícito por la noche, en jet y hasta el mismísimo domicilio de sus proveedores, para hacerles sus pagos en efectivo, cuando la realidad es que son los proveedores quienes necesitan cumplir con un larguísimo peregrinar y miles de gestiones con su religioso "moche", para que les sean pagadas sus facturas.
ES POR ELLO que no cabe duda que se estamos frente a un burdo acto de corrupción: No existen oficios ni órdenes de pago signados por la Secretaría de Finanzas; no consta la expedición de un cheque nominativo a los proveedores debidamente documentado y controlado por parte de la Tesorería del Estado; tampoco un recibo de recepción. No han aparecido los contratos de prestación de servicios ni las licitaciones que exige la ley para el otorgamiento de contratos a proveedores, etc., etc.
AL DÍA DE HOY no se ha sabido con certeza cuál sería el destino final de los 25 millones de pesos; quiénes eran las personas realmente beneficiarias; la razón o causa de la entrega de 25 millones y el bolsillo a donde deberían ir a parar como proveedores fantasmas. ¿Cuántas operaciones de este tipo se habrán realizado con anterioridad y no han sido descubiertas?
Pero falta lo más grave: ¿Pensaran en verdad estos funcionarios que el pueblo es imbécil?
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