Una semana antes de que llegara con nosotros comenzó con los síntomas, aparentemente un cuadro de infección intestinal, dolor abdominal y diarreas, explicó el médico residente del Hospital Infantil. Antes los padres, originarios del ejido Atalaya lo habían llevado con médicos particulares los que trataron al menor con antibióticos. Al no presentar mejoría, dado el deterioro de la salud del niño que perdió el conocimiento presentando crisis convulsivas, sangrados masivos en la piel, riñones, pulmones, y la posibilidad de que también se produzca en el cerebro, pormenoriza la nota que viene en El Siglo de Torreón el pasado fin de semana. Leí por aparte que se trata de una enfermedad de tiempos pasados que hoy se conciben únicamente en épocas de guerra o máxima penuria, con mínimas condiciones higiénicas. En las comunidades rurales donde se han detectado casos de esta índole en otros años se realizan acciones preventivas como aplicar baños garrapaticidas, fumigación de las casas y recomendación de buenos hábitos de higiene entre la población.
En el año de 1955 investigadores del estado de Arizona documentaron la presencia de la enfermedad y la relacionaron con la presencia de un vector inesperado "Ripicephalus sanguineus" (la garrapata café del perro), aduciendo que las condiciones de ruralidad y el clima seco, propio de aquel estado de la Unión Americana, eran los principales factores de riesgo. Puede explicarse lo que está pasando en Saltillo y aquí, en la zona rural de Torreón donde se han incrementado los casos de niños con el padecimiento: es posible que el inicio del tratamiento se haya producido tardíamente después de comenzados sus síntomas por causas ajenas a la voluntad tanto de familiares como de los facultativos. y que, en un primer contacto con el paciente, no se pensaba que fuera la fiebre que después se diagnosticó, dado que en un primer momento los síntomas pueden llegar a confundirse con otros padecimientos desconociéndose su fisiopatología, cuadro clínico, diagnóstico y tratamiento.
En otro orden de cosas, referiré que la cantante Thalía fue mordida por una garrapata produciendo la enfermedad de Lyme que en principio no fue diagnosticada como tal al ignorarse su origen. En este caso la garrapata debe permanecer adherida a la piel de la persona durante por lo menos 24 o 36 horas produciendo la enfermedad de Lyme que es una grave dolencia causada por una bacteria que ataca el sistema nervioso pudiendo provocar una parálisis si la afección no es detectada y combatida oportunamente mediante la aplicación de antibióticos. La causante de este mal es una bacteria que se transmite a través de una garrapata de patas negras que es transportada por un venado. La bacteria es conocida como Borrelia burgdofen y si la artista no se ha tratado oportunamente corrió el peligro de sufrir daños de las articulaciones, al sistema nervioso, hasta incluso provocarle parálisis. Esto ocurrió en la segunda mitad del año 2008 cuando salió a pasear en su potro en las afueras de su casa en Nueva York.
La garrapata que produce la fiebre manchada de las Montañas Rocosas se caracteriza por un exantema petequial. A pesar de conocer su etiología y manifestaciones clínicas y de que su tratamiento es eficaz, su letalidad aún es elevada. En sus estadios iniciales la fiebre puede aparentar enfermedades infecciones y dificultar su correcto diagnóstico. Lo que ocurre con frecuencia. Y seguramente le pasó a los médicos que atendieron a Alberto Favela de tan sólo 12 años de edad. Estuve ayer con la mamá que no se separa de su lado y todo parece indicar que en el Hospital Infantil están haciendo un estupendo trabajo. Le estaban preparando su alimento y se respiraba un ambiente de tranquila espera. En fin, en estos casos se dice que si sana el Señor lo ayudó a aliviarse y si no, que el galeno se equivocó. En esta ocasión debe dársele su mérito a ambos si la recuperación continúa como hasta ahora.
