'La gente ya no festeja como antes'

El amor a la patria ya no se vende como antes. Jesús Hernández Rodríguez lleva 17 años ofreciendo todo tipo de artículos en las calles de Torreón, desde sombreros, rebozos, bigotes, hasta banderas.

A sus 41 años de edad, Jesús Hernández Rodríguez llega a las diez de la mañana a la avenida Juárez y Diagonal Reforma a vender artículos para las fiestas patrias de septiembre.

A lo largo del año, Jesús vende en la calle accesorios para vehículos pero en las fiestas patrias cambia de giro, lo mismo que en otras fechas como Halloween, donde las ganancias son mayores que celebraciones como la Independencia o la Revolución Mexicana.

"Soy originario del Estado de México, pero tengo 18 años viviendo en Torreón. Siempre he sido vendedor y de aquí sostengo a mi familia, es difícil porque las ganancias son cada vez menores".

Llega a las diez de la mañana a la avenida Juárez y Diagonal Reforma, y se va a las siete de la tarde. En fiestas especiales como la Independencia de México deja de trabajar hasta el anochecer.

"Lo bueno es que ya estoy impuesto al calor, pero pues así es la vida de los ambulantes porque también debemos trabajar cuando hace mucho frío, tolvaneras o lluvias, no importa cómo esté el clima, nosotros siempre estamos aquí".

Jesús comenta que es un reto para los ambulantes invertir dinero en la mercancía, pues nunca tienen la certeza de venderla en su totalidad. Para este año, gastó 25 mil pesos en los artículos patrios.

En su puesto ambulante hay rebozos, gusanos, silbatos, aretes, sombreros, bigotes, trenzas, rehiletes, cornetas, y hasta pestañas postizas, todos los artículos en verde, blanco y rojo.

Antes, en un buen día de venta llegaba a ganar hasta ocho mil pesos, pues los niños buscaban estos artículos para participar en las fiestas patrias de sus escuelas.

En las calles ya no se ven tantos vendedores de artículos patrios como en años anteriores, donde llegaban procedentes de otros estados de México.

Jesús dice que ya no vienen porque el Ayuntamiento no da tantos permisos para que puedan trabajar en la ciudad.

"Me da tristeza ver que la gente ya no festeja como antes las fechas patrias. Hace años las banderas se vendían mejor, pero ahora es bien difícil y no es por la situación económica, porque en Halloween no nos queda nada de mercancía, más bien se están perdiendo nuestras tradiciones".