Su etapa en las Águilas. (Jam Media)
Dieciocho años de carrera como profesional alcanzaron a uno de los más grandes íconos del futbol mexicano y sobretodo del América. Duilio Davino cuelga los botines dejando una huella imborrable, de ésas que quedarán grabadas por siempre en la memoria de los amantes del futbol.
Su camino hacia la consolidación no fue sencillo, pues antes de convertirse en un referente de las Águilas, equipo con el que mayores logros consiguió, tuvo que sortear un inicio complicado.
Fue el 1 de abril de 1994 cuando la cancha del Tres de Marzo atestiguó el inicio de uno de los mejores defensas que ha visto nacer el balompié nacional. Duilio Davino debutó con un triunfo de los Tecos 2-1 sobre el Guadalajara, sin embargo, le costó un año hacerse de un lugar como titular.
Sus buenas actuaciones con el conjunto zapopano le valieron su fichaje al América, equipo en el que gozó de una década de éxitos y consolidación, llegando a convertirse en el capitán y líder azulcrema y alzándose con dos títulos: Verano 2002 y Clausura 2005.
Luego de salir del América, en 2008 fue contratado por el Dallas de la MLS para posteriormente regresar a México para vestir las casacas del Puebla y Monterrey, éste último con el que consiguió los campeonatos del Apertura 2009 y 2010, así como la Liga de Campeones de la Concacaf en 2011.
Luego de haber regresado a Tecos y tras no haber logrado un acuerdo con ningún equipo de la Liga de Ascenso, pues León se visualizaba como su futuro próximo, el central mexicano decidió dar fin a una carrera llena de más logros que penas, en la que también fue parte de la Selección Mexicana que disputó la Copa del Mundo de Francia 1998.
Así es como se retira Duilio Davino, un jugador que se distinguió por solidez defensiva, así como liderazgo nato y personalidad siempre alejada de los terrenos de juego, mismas cualidades que lo llevaron a ganarse el cariño de la afición mexicana.
