Mientras priistas y panistas representan un sainete llamado “mesa de la verdad” y ambos se acusan de ser malos gobernantes, sin reconocer que ambos partidos gozan del descrédito ciudadano, los datos duros nos vuelven a situar en la realidad que vive el país donde el desempleo y la inseguridad son los dos más graves problemas que enfrentamos como nación.
Dos días después del “debate” entre priistas y panistas la Universidad Nacional Autónoma de México revelo un estudio cuyas cifras sin duda resultan preocupantes. De acuerdo a la máxima casa de de estudios la población ocupada total en el país sumó 47.8 millones en el último cuatrimestre de 2011, no obstante 65.8 por ciento de los empleos generados en los últimos cinco años se encuentra en la informalidad. Es decir el sexenio del empleo que había prometido el presidente Felipe Calderón se convirtió en una falacia ya que el grueso de la población se vio obligado a recurrir a la informalidad para ganarse la vida.
El documento Desempleo y Empleo Informal en México 2006-2011 elaborado por el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía (FE), explica que la cifra de población ocupada los últimos meses del año pasado representó 11.8 por ciento más respecto a los 42.8 millones que estaban ocupados al último cuatrimestre de 2006.
Sin embargo, también en ese lapso de comparación la población empleada de manera informal en México pasó de 23.1 millones a 26.4 millones, explica el estudio divulgado por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Las cifras nuevamente evidencian la urgencia de tener una reforma laboral que permita una mayor generación de empleos en el campo de la formalidad, para poder generar riqueza como país. Recordemos que en la informalidad no se generar impuestos y por ende los servicios que provee el gobierno en salud y educación, por mencionar algunos son limitados y de mala calidad. Aunado está el problema de la inseguridad cuyo crecimiento va de la mano a la falta de empleo.
Mientras los políticos se pelean por el poder la UNAM nos recuerda que ya no es tiempo de promesas sino de acciones.
