La necesidad lo trae a la comarca
Don Valerio tiene 60 años y una enfermedad en sus articulaciones que le impide caminar bien, sin embargo su condición de indígena tarahumara le hace trabajar para sobrevivir y mantener a su familia.
"Vendo hierbas a 15 pesos, soy el único que está en esta parte de la ciudad y está muy difícil", dice el hombre quien ya lleva 8 horas trabajando sin parar.
Valerio es uno de los casi 2 mil indígenas tarahumaras que se encuentran en Torreón de manera temporal durante el invierno. Es padre de tres hijos y tiene una esposa casi 30 años menor que también trabaja en algún crucero de la ciudad.
La noticia de que existe hambre y frío extremo en las comunidades tarahumaras no es una nueva para este hombre, este factor es el principal motivo por el que decide emigrar cada año en busca de mejores ingresos.
"El frío allá es muy feo y no se puede trabajar, mejor venimos aquí", comenta Valerio en un español escueto.
EN BUSCA DE MEJORA
Según algunos datos a nivel nacional se estima que existen unos 35 mil tarahumaras fuera de sus comunidades originales en Chihuahua, la mayoría se concentra en ciudades de entidades como Durango, Nuevo León, Sonora, Coahuila y algunas zonas de Zacatecas.
Solamente en la Comarca Lagunera se registra el paso anual de unos 5 mil tarahumaras, de los cuales cerca de la mitad regresa a sus lugares de origen, otros prefieren quedarse durante el año en Torreón y Gómez Palacio principalmente.
Desde las cinco de la mañana y hasta las siete de la tarde es que Valerio permanece en uno de los cruceros del Paseo de la Rosita. Asegura que un buen día es cuando logra vender por lo menos cuatro o cinco bolsas de hierbas, es decir, unos 75 pesos diarios para los cinco miembros de su familia.
A pesar de que esto es muy común, entre sus compañeros indígenas no existen mayores apoyos por parte de las autoridades en la región.
Únicamente el DIF Torreón pone cada año el programa de atención temporal para indígenas, mismo que canaliza familias enteras a los albergues donde se les brinda alimento y techo.
Al no encontrar otro tipo de estímulos muchos optan por viajar a sus lugar de procedencia y padecer del clima.
Sin embargo Valerio decidió que estar en Torreón sería mejor opción que regresar, por lo que este fin de semana estará en las calles.