La ortografía es sexy
La frase “verbo mata carita” ha evolucionado a “ortografía mata carita” y es que cada vez más jóvenes consideran importante el escribir correctamente.
Debido a la tecnología cada vez más jóvenes usan modismos y prefieren sustituir palabras como “que” por la letra “k”. Algunos le atribuyen la culpa al tiempo y otros a que simplemente “está de moda”. Sin embargo, no sólo las palabras se ven afectadas, también las acentuaciones, las cuales marcan la diferencia para no confundir los significados, por lo que surgen malas interpretaciones al leerse y deficiencia en la comprensión.
A pesar de lo anterior, muchos jóvenes de entre 18 y 26 años de edad, comentan por medio de las redes sociales que les parece pertinente retomar la ortografía. La mayoría de las personas relaciona la ortografía con un estatus intelectual elevado. Incluso en algunas empresas cuentan más la ortografía que los exámenes de aptitudes o psicométricos.
No en vano están tan desprestigiados los “moxos o moxas”, jóvenes que se han popularizado en las redes sociales por escribir así: “Lha OrtOgrafyha Ez ZuUpEr zEksY, EzTOoh No Lo S”. Traducción: “La ortografía es súper sexy, esto no lo es”, ¿Verdad que está difícil de entender?, por favor eviten hacer eso, sino quieres dañar tu imagen.
La escritora argentina, Liliana Cinetto, escribió el siguiente poema, el cual es un muy buen ejemplo sobre el tema.
AMOR CON FALTAS DE ORTOGRAFÍA
Él le escribía mil cartas
que ella nunca respondía.
Eran cartas con amor
y faltas de ortografía.
En laberintos de letras
se perdía a cada instante.
Sus mensajes tropezaban
con todas las consonantes.
Nunca encontraba la erre
y le faltaban las comas
o en lugar de usar la ge
ponía siempre la jota.
En el mar de las palabras
naufragaba cada día
su amor que no respetaba
las reglas de ortografía.
Necesitaba la zeta
para poder abrazarla.
Con las haches que sobraban,
sería imposible amarla.
Enredado en alfabetos,
buscaba su corazón
cómo decir que la amaba
sin signos de puntuación.
Con litros de tinta verde
lo ayudaba la maestra
y corregía las cartas
que no tenían respuesta.
Pero ella seguía ignorándolo
y él decidió hablarle un día.
(Al fin y al cabo no hablaba
con faltas de ortografia).
Le dijo que la quería
con todo el abecedario.
Prometió estudiar las reglas
y comprarse un diccionario.
Ella aceptó y los dos juntos
escriben desde ese día
su hermosa historia de amor
sin faltas de ortografía.
Lo creas o no, el buen manejo de las letras parece atractivo para muchos, ya que automáticamente, quienes escriben correctamente, se identifican como personas interesantes, inteligentes, de buen juicio y confiables. No estaría mal que la próxima vez que escribas ya sea a tu pareja, en la escuela u oficina, tomes un diccionario, seguramente la persona que lo lea tendrá una mejor impresión de ti.