"Una educación que no desarrolle en el alumno las aptitudes para aprender, es totalmente prescindible".
Leonardo Viniegra
O podemos negar que la educación pública en la mayoría de los países en desarrollo se encuentra en crisis desde hace un buen tiempo, lo que provoca que sus estudiantes egresen sin los conocimientos teórico-prácticos más básicos, que se supone debieron haber adquirido en sus años de estudio.
Las causas de dicho fracaso son muchas y muy variadas, por lo que se convierte en un problema de difícil solución; las crisis económicas, sociales y políticas, los constantes recortes presupuestales, la desvinculación entre lo que se enseña y la vida laboral, la falta de competencias docentes, etc.
Esta problemática ha sido señalada puntualmente por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) al señalar que México es uno de los países que realiza mayor inversión y gasto en materia educativa; la mayor proporción se aplica en el pago de sueldos, salarios y servicios profesionales y es de los sistemas que peores resultados obtiene.
"Son problemas fundamentales en los que vemos que México difiere de otros sistemas de enseñanza del mundo, para nosotros es difícil decir cuál es el mejor equilibrio, lo que sí nos queda claro es que dicho equilibrio es necesario; ya que por un lado es importante remunerar al personal, pero igual de importante es lo que la escuela pueda gastar en equipamiento e infraestructura" (OCDE, Enero 2008).
Ante éste panorama, la organización mundial, que dicho sea de paso es presidida por un mexicano (José Ángel Gurría), reconoce que cerca del 80% del gasto es en sueldos; cuando debiera invertirse además en capacitación y tecnología. Incluso recomendaron a la Secretaría de Educación Pública (SEP) que recorte a la mitad su burocracia, es decir, 50% de reducción en la totalidad del gasto que se destina a sueldos y salarios; la finalidad es que dichos recursos sean repartidos de manera equitativa entre rubros tan importantes como nuevas instalaciones, mejores materiales didácticos, capacitación y actualización del profesorado entre otros.
Es de todos conocida, la enorme carga que la burocracia de la SEP representa para el país, pero tiene que venir de los indicadores y análisis de la OCDE, para que reaccionemos ante éste fuerte problema, ya que si bien es cierto son altos los niveles de inversión y gasto, éstos se quedan en el pago de la nómina docente y administrativa.
Gran parte de los rezagos educativos del país se encuentran en la infraestructura educativa, el equipamiento, los insumos, la formación docente, los materiales didácticos, las reformas curriculares, el diseño de los sistemas de evaluación, la formación directiva y muchos, pero muchos etcéteras.
Los representantes de la mencionada organización mundial, puntualizaron que en otros países han sabido combinar éstos recursos y que en México hace falta encontrar el equilibrio correcto: "ese es el desafío, no se trata nada más de negociar". Esto en clara referencia a la fuerte intervención que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha tenido para que dicha burocracia haya crecido a niveles insostenibles.
Los ajustes que se hagan deben impactar en la mejora de los aprendizajes de los alumnos; no se trata de que sólo memoricen la información, sino que la analicen y reflexionen acerca de los contenidos, prepararlos para resolver problemas reales y difíciles que se les presentarán más allá del aula. Asimismo, preparar tanto a estudiantes como a maestros en el desarrollo de su creatividad, seleccionando sus propias dinámicas de estudio, de manera responsable.
Cabe mencionar que dicha organización deslindó a los padres de familia de los pésimos resultados que han obtenido sus hijos en las pruebas de evaluaciones nacionales e internacionales, cargando toda la responsabilidad a las propias autoridades, por el tipo de políticas educativas que se aplican. Aceptemos que tenemos la responsabilidad de involucrarnos en la educación de nuestros hijos, ya que los resultados de la evaluación siempre serán multirreferenciales, es decir, nos competen a todos.
Otro aspecto descuidado en el gasto educativo son los esquemas de apoyo al desempeño docente, ya que solo hay inversión en la tan discutida carrera magisterial, aunado a la corrupción que acompaña a dicho esquema. Es importante que diseñemos mejores instrumentos de apoyo al trabajo docente cotidiano.
Las grandes inversiones no garantizan mejores resultados, ya que en las evaluaciones realizadas por OCDE en áreas como las ciencias, México se ubica en el nivel cero, nivel creado especialmente para el país por las bajas calificaciones que se obtuvieron en las pruebas.
Mención aparte merecen la enorme cantidad de horas de descarga que existen en todos los niveles educativos; estamos hablando de cientos de miles de horas que, en todo el país, son remuneradas y no se trabajan frente a grupo o en actividades relevantes para los procesos enseñanza-aprendizaje, me parece que aquí es donde se podrían hacer los ajustes recomendados.
Sólo reorientando la pesada burocracia en la SEP y reorientando el gasto educativo, es como se puede avanzar en la mejora del sector y del trabajo que se realiza en las escuelas y las aulas de México.
Agradezco sus comentarios
a: rolexmix@hotmail.com