Riesgo. La altura de la señalización vertical recientemente colocada parece inadecuada.
La falta de conciencia de algunas personas -que dañan el patrimonio de Durango de manera recurrente- y el mantenimiento deficiente de ciertos elementos urbanos, provocan que la Plaza de Armas muestre detalles que reducen su belleza turística.
Algunos de sus componentes muestran daños vandálicos, como grafitti. Estos se dan pese a la vigilancia permanente, día y noche, de autoridades municipales; sin embargo, son más los que se observan por deterioro y falta de planeación. Algunos de ellos, incluso, lucen como un riesgo para el transeunte, pues ya se han registrado accidentes como caídas.
Así, los daños existen en bancas, señales turísticas, banquetas y pavimento, según lo pudo corroborar El Siglo de Durango en un recorrido realizado por el espacio.