Postura. Durante los días previos a la jornada electoral, el Gobernador del Estado insistió en que la sequía que se registra en la entidad sigue provocando estragos.
En la región del Semidesierto y en las colonias de la periferia de la ciudad se registra regularmente un elevado índice de pobreza, sin embargo, sus efectos se han agudizado durante los últimos meses a consecuencia de la crisis económica y la sequía.
Al dar a conocer lo anterior, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Durango, Enrique Sánchez Martínez, manifestó que con las lluvias de los últimos días hay esperanza entre los fieles que han mostrado su disposición de empezar a trabajar la tierra.
"Sí vemos que la gente se queja pero ahí están y quieren salir adelante", indicó.
Refirió que la Iglesia Católica ha encabezado en reiteradas ocasiones oraciones para que las lluvias se intensifiquen y beneficien a los campesinos.
Sin especificar cifras, dijo que han detectado varios casos de desnutrición, mismos que apoyan a través de Cáritas, aunque reconoció que los recursos no son suficientes.
Asimismo, comentó que se ha apoyado al Gobierno del Estado en la labor de sensibilización a la sociedad para que sigan aportando a la cruzada "Una gota de ayuda".
Pobreza se agudiza
Los fieles exponen a los párrocos su difícil situación económica a consecuencia de la sequía.
También apoyan
En algunas parroquias se siguen recaudando alimentos y se ofrece atención médica y fármacos para apoyar a la población.
Pese a las lluvias, la sequía continúa
Es de recordar que hace unos días el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Jorge Armando Nevárez Montelongo, manifestó que aunque se han tenido momentos benéficos de lluvia en la entidad, no se puede hablar de que haya concluido la sequía que se vive.
Las precipitaciones pluviales generaron algunos escurrimientos menores cubriendo la mayor parte de los municipios, esto quiere decir la interrupción de un periodo prolongado de ausencia de lluvias con esas características y entrando prácticamente a la temporada de lluvias que sabemos inician muy irregulares, añadió.
No obstante, no quiere decir que la sequía haya terminado como tal. La esperanza es que las precipitaciones de este año alcancen o se aproximen significativamente a los niveles normales en un espacio definido y en un periodo determinado de tiempo, y hacer un balance al final del mismo para poder hacer alguna afirmación en ese sentido, precisó.
