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La profesora

GILBERTO SERNA RAMÍREZ

Se habla de ella como si fuera un monstruo. Que a base de una larga cadena de traiciones ha logrado llegar al pináculo de su liderazgo. Claro, los que piensan así, son una bola de cretinos. Es una triunfadora que se encumbró a base de esfuerzos descomunales. Llegan a tal grado sus logros que su mayor deslealtad fue con su protector, mentor político y sindical Carlos Jonguitud Barrios, que su ingratitud hacia quien le debía todo lo que era, la catapultó al espacio que ahora ocupa. Tiene razón la profesora en que los ataques que recibe son producto de la misoginia o sea aversión en su contra por el solo hecho de ser mujer, aunque Romero Deschamps, líder del sindicato petrolero, no use faldas y corre con la misma suerte de repulsión social. Dicen que su falta de legitimación, en cada uno de los puestos que ha ocupado dentro de la agrupación magisterial, le ha provocado un trauma de inquina social, derivada, de una larga cadena de infamias. Como si en realidad le importara, lo cierto es que le vale pues es lo que se estila en ese ambiente. ¡Bah! como si fuera la inventora del hilo negro. La verdad es que es una mujer luchona. Eso le atrajo la envidia en el medio lo que ha dado lugar a que se le esté vilipendiando.

En un libro titulado Doña Perpetua, se dice que soñó con ser la Evita Perón, pero sin Domingo, por aquello de la maestra rural entregada a los niños, en combinación con una Gabriela Mistral, chilena, Premio Nobel de Literatura, aunque carente de las dotes de la poetisa. El autor periodista Arturo Cano, señala asimismo que la cruda realidad de la política la acerca más a Doña Bárbara del escritor Rómulo Gallegos, novelista, educador y político venezolano, con quien quizá se frustró la experiencia de tener al frente del país a un hombre de tan alta talla intelectual. La novela Doña Bárbara trata de una joven que creció en medio de la pobreza y la desdicha, una mujer indomable que se debate entre la sensualidad, el odio y el amor. (Doña Bárbara, película filmada en 1943 que marcaría a la actriz mexicana María Félix, que en adelante presentaría un fuerte carácter y se haría llamar La Doña que no paró en mientes hasta casarse con el flaco compositor Agustín Lara y posteriormente con el charro cantor Jorge Negrete).

A la maestra Gordillo se le acusa, sin pruebas que el suscrito haya visto, de ser la responsable intelectual de la muerte a tiros del profesor Misael Núñez Acosta, con quien la maestra tenía una relación de confrontación, explica Teodoro Palomino, integrante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores.

Dice que el SNTE aglutina a más de un millón de trabajadores de la educación, que la profesora, utilizando las cuotas sindicales que se calculan en más de mil millones de pesos al año, compró conciencias y prostituye lo que se vende y a quienes se venden, lo que se dijo en el periódico La Jornada.

Hasta el momento no se ha detenido a los culpables. El SNTE ha conocido a Manuel Sánchez Vite, y a Carlos Jonguitud, profesores a los que siguió la maestra Elba Esther Gordillo Morales, actual secretaria del sindicato. Al primero de los aquí nombrados, dicen, lo removió Luis Echeverría Alvarez dejando en su lugar a Jonguitud Barrios, que después se le cambiaría por la profesora Elba Esther. Palomino desmiente que la profesora fuese "riquilla", antes de conseguir quedar como secretaria del SNTE.

Le dijo no a Salinas y echó habladas, envalentonada por tener una organización sindical atrás. Se cree que no tendrá problemas con el nuevo gobierno, aunque falta ver si su rompimiento en el proceso electoral pasado, fue un valor entendido. Tuvo un resfrío en sus relaciones con Roberto Madrazo Pintado, conocido entre sus compañeros estudiantes como moretón (¿?). No se llevaba bien con Madrazo, no obstante ser candidato a Presidente y dijo que se las pagaría cuando éste la echó de la Secretaría del PRI y así fue, ¿qué cosas, no?

Después Roberto se marchó a su casa y su rival siguió con su agrupación. Se dijo sin saber si fue verdad o no que desoyó la petición de apoyo a favor de Madrazo que le pedía en aquellos días quien la puso al frente del SNTE.

Tienen razón los maestros, la elección de Elba Esther es un dechado de democracia del más rancio abolengo. Que quienes la critican por tener casi un cuarto de siglo al frente del magisterio más grande de México y de Latinoamérica, están mal. Bien, en resumen, los dioses del Olimpo la guarden muchos años, pues su presencia, por voluntad de sus agremiados, es un ejemplo a seguir.

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