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La red como observatorio

CIENCIA Y TECNOLOGÍA

La red como observatorio

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Eduardo Hernández Carillo

Internet se ha vuelto un escaparate incomparable para un sinfín de ámbitos y la ciencia no es la excepción. En la red, la Astronomía ha encontrado un punto clave para su difusión y también para ser retroalimentada por los interesados en los cuerpos celestes.

Hace 20 años, para aquellos amantes de observar y estudiar el firmamento era todo un reto obtener datos actualizados de los más recientes descubrimientos en Astronomía, así como de los fenómenos celestes que acontecerían en el futuro. Los libros que se podían encontrar sobre esta materia en las bibliotecas de México contenían información atrasada cuando menos por cinco o seis años, y las traducciones de textos en inglés tardaban el mismo tiempo en llegar a los anaqueles de las librerías.

Con la aparición de Internet, o mejor dicho con su popularización, un torrente de pormenores astronómicos quedó al alcance de cualquiera que tuviera una computadora con conexión a la web, en especial hablando de reportes de centros especializados que contaban con los recursos necesarios para poner online los resultados de sus investigaciones o bien una sección de divulgación científica. Las primeras en emplear este canal de comunicación fueron instituciones muy grandes, quienes vieron en la red una vía ideal para popularizar la ciencia, más aún entre los jóvenes.

Hoy por hoy, la página más visitada para consultas acerca del cosmos es www.nasa.gov, cuyo portal cuenta con información referente a la exploración espacial, Astronomía básica, misiones de exploración futura y desde luego, la historia de la NASA (Agencia Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos).

Si buscamos un poco más podemos encontrar muchas cosas interesantes para quienes desean aprender sobre los astros, por su cuenta o en alguna institución: hay actividades para los maestros, guías para estudiantes, modelos a escala del Sistema Solar, de naves espaciales, etcétera.

En nuestro país, la UNAM y su Instituto de Astronomía mantienen canales abiertos, publicando resultados y permitiendo el contacto directo con sus investigadores desde www.astroscu.unam.mx.

CON AYUDA DE LOS CIBERNAUTAS

En un mundo de comunicación globalizada es importante poder realizar trabajos de colaboración entre instituciones o individuos. Y es posible, como en el caso de la Asociación Americana de Observadores de Estrellas Variables, www.aavso.org, quienes no requieren de grandes observatorios sino de múltiples puntos de observación con personal para capturar datos. Considerando que hay numerosos aficionados con telescopios dispuestos a ayudar a estos fines, resultó ideal abrirles las puertas a través de Internet.

Normalmente el aficionado a la Astronomía disfruta compartiendo lo que sabe y más si contribuye a la ciencia, es por ello que muchos dedican noches enteras a colectar referencias que luego envían a diversas centrales, para que ahí las procesen. La rotación de asteroides, la búsqueda de supernovas e incluso de planetas extrasolares, ha encontrado un recurso invaluable en la división de trabajo en la red.

Existen asimismo portales como www.spaceweather.com y www.heavens-above.com, donde se muestra el clima... pero no el que podemos escuchar en los noticieros sino el solar y su relación con el terrestre, además de las órbitas de los satélites de comunicaciones, la hora en que podemos observarlos, y hasta es posible verificar el pronóstico de auroras boreales. La misión SOHO, por ejemplo, actualiza cada hora la actividad solar mostrando las manchas, la eyecciones de masa, el viento solar y más.

¿EXTRATERRESTRES ONLINE?

La red juega un papel importante hasta a la hora de buscar extraterrestres. Hace poco menos de 10 años, el SETI Institute (Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, por sus siglas en inglés) abrió al público un protector de pantalla que se conectaba a Internet para descargar pequeños paquetes de información colectada por radiotelescopios. El sistema se ideó porque había demasiados datos de frecuencias de radio compilados por dichos instrumentos, y poco poder de procesamiento para buscar frecuencias con señales inteligentes. Así, cuando el protector se activaba la computadora del usuario empleaba ese valioso tiempo para analizar los paquetes de datos, que una vez revisados eran devueltos a la central. Desafortunadamente no ha habido ningún éxito, pero tomemos en cuenta que hay millones de frecuencias posibles y sólo podemos escuchar las más cercanas, es decir las de nuestra propia galaxia.

Y aunque el nombre del SETI pudiera sonar a algo fraudulento, se trata de una organización muy seria y reconocida, cuya labor abarca estudios de exobiología, Astronomía y una rama muy importante de divulgación de ciencias, mediante la cual son traducidas a muchos idiomas las notas científicas de decenas de instituciones.

LOS RIESGOS DE LA APERTURA

En la actualidad cualquier persona puede colocar en Internet la información que desee; no existe una reglamentación y verificación. Eso trae como consecuencia que si uno quisiera poner en línea un portal digamos llamado www.elfindelmundoeshoy.com.mx, lo puede hacer, y ‘colgar’ en él cualquier tipo de datos, incluyendo los de carácter ficticio y/o malintencionado.

Para nuestra mala fortuna, esta situación se da cada vez más en el mundo virtual. Abundan las páginas de gente que expone su muy particular punto de vista sin ningún sustento, y deshonestamente se lo achaca a los astros, como hemos visto con los anunciados ‘fines del mundo’, el tan afamado ‘pronóstico maya’ del 21 de diciembre de 2012, los seudopronósticos de sismos, los innumerables sitios de horóscopos, las webs que advierten de falsos planetas acercándose a la Tierra...

Ejemplos abundan. Pero en vez de ahondar en ellos, le sugerimos aprovechar la buena información disponible en la red. Cuando quiera saber de algún tema en particular, es aconsejable corroborar su búsqueda en al menos dos o más webs, y sobre todo poniendo atención a las fuentes que se citan. Si éstas no son confiables reanude su búsqueda. A final de cuentas, la verdad siempre será más clara que todo lo demás... aunque a veces sea menos espectacular que la ficción.

Correo-e: eduardo@planetarium.com

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