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La revolución de los niños para salvar Cuatrociénegas

Periférico

LUIS GUILLERMO HERNÁNDEZ ARANDA

El futuro de Cuatrociénegas está ya en las manos de los niños. Hoy decenas de niños y jóvenes de ese municipio han sido los protagonistas de un proyecto de educación ambiental único en el país. Inclusive la participación de los niños de algunos de los grandes productores de leche en actividades ecologistas en la zona ha propiciado que las más grandes empresas de la región se involucren con mayor profundidad en la protección y rescate de los tesoros naturales.

La historia es contada por César Augusto Domínguez Pérez-Tejada, director del Instituto de Ecología de la UNAM, para ejemplificar la importancia de crear conciencia ambiental en los niños para así salvaguardar el planeta, pero también para afirmar que sólo trabajando en conjunto autoridades, sociedad civil y empresarios se puede proteger el entorno.

Liliana Riva Palacio, directora del proyecto ConcentrArte, comparte esta opinión. Ella desde hace siete años trabaja con los niños de Cuatrocienégas para por medio de actividades artísticas crear conciencia ecológica y que los habitantes de este lugar se preocupen por salvar un ecosistema único en el mundo.

"El valle de Cuatrociénegas es un lugar que ha sobrevivido a todo menos a nosotros", afirma la investigadora Valeria Souza quien desde hace 12 años inició su lucha por salvar este lugar enclavado en el desierto de Coahuila cuya riqueza natural es considerada el origen de la vida.

Para la investigadora, Cuatrociénegas es el único lugar en el mundo que nos permite conocer el pasado y el futuro de la humanidad. De ahí su llamado para que las autoridades de todos los niveles, empresarios y sociedad civil cuiden el valle considerado un oasis con más de 400 pozos de agua, ciénegas, canales y pozas.

Lugar de gran biodiversidad donde se mezclan los ecosistemas del desierto y el humedal, donde viven más de 70 especies endémicas, es decir que no existen en otro lugar del planeta

Mucho se ha escrito de Cuatrociénegas y sin embargo el valle continúa en peligro a pesar de que el 24 de febrero de 2007, en el marco del evento "Compromisos por la Conservación", el presidente Felipe Calderón Hinojosa instruyó la preparación del Decreto de veda para el acuífero El Hundido y dijo que se destinarían 346 millones de pesos para ejecutar un programa encaminado al ahorro de agua a través de la modernización de los sistemas de riego en el área de Cuatrociénegas, con el que podrían liberarse 24 millones de metros cúbicos (Mm3) para la recarga del acuífero. A punto de terminar el sexenio el dinero no ha llegado y sólo se han destinado 111.59 millones de pesos.

"El dinero se está empezando a ejercer, llegó tarde. No se realizó un estudio prometido y pareciera que Conagua no tiene autoridad. ¿Dónde está la ley?, lo que necesitamos es una veda en Cuatrociénegas", afirma Valeria Souza.

Para la investigadora el ecosistema de Cuatrociénegas es ajeno a los tiempos electorales, a la conclusión de un sexenio, por lo que afirma que es urgente rescatar el valle porque en caso contrario "se muere Cuatrociénegas".

En octubre de 2010 las doctoras Valeria Souza Saldívar y Gabriela Olmedo Álvarez, quienes estudian el sitio desde hace 12 años, denunciaron a nivel nacional que El Churince, una de las pozas de Cuatrociénegas que albergaba especies que se separaron de sus hermanas marinas hace más de 220 millones de años, se estaba secando con esto gran parte del tapete bacteriano se murió y con la desaparición de estas bacterias se pierde el primer eslabón de la cadena alimenticia, poniendo en riesgo a todo el ecosistema, incluyendo a las más de 70 especies endémicas de la zona. De ahí que Valeria Souza afirme que "este verano es crítico ya que si se vuelve a bajar (el nivel del agua en el Churince), las especies no lo van aguantar", por lo que el riesgo de extinción es inminente.

El lado amable de la historia es que esta lucha por salvar el ecosistema ha generado una revolución donde empresas e investigadores y voluntarios han unido esfuerzos para crear conciencia ecológica en los niños. Prueba de esto es que el pasado jueves fue inaugurado un Laboratorio de Energía Molecular donado por la UNAM y con apoyo de las fundaciones Slim y Lala. El laboratorio fue instalado en el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario 22 y tiene como objetivo que sean los propios jóvenes del valle quienes investiguen la riqueza del ecosistema para que sean sus guardianes.

Investigadores, voluntarios, en conjunto con Fundación Lala y la Fundación Slim, están haciendo un trabajo importante para rescatar el valle, pero sobre todo para educar a los niños porque finalmente son ellos quienes pueden generar una verdadera revolución que cambie este país.

lharanda@elsiglodetorreon.com.mx

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