Siglo Nuevo

La sonrisa de la muerte

OPINIÓN

La sonrisa de la muerte

La sonrisa de la muerte

Sergio Sarmiento

Quizá tenemos formas distintas de ver la muerte. Pero a ambos lados de la frontera tratamos de entenderla con sentido del humor. Quizá ésta sea la mejor forma de enfrentar la tristeza de la pérdida de nuestros seres queridos o el temor a nuestra propia muerte.

En Estados Unidos el festejo se realiza el 31 de octubre y se le llama Halloween. Es una fiesta predominantemente infantil. Los niños se disfrazan de algún personaje que tenga que ver con la muerte o con el terror y recorren las calles pidiendo dulces bajo una supuesta amenaza que se refleja en la frase “truco o trato” con la que tocan a las puertas. En la cultura cinematográfica de Hollywood la fecha está indisolublemente ligada a las películas de terror.

En México el día de los muertos es más solemne. La gente acude a los cementerios a dejar flores a los muertos y en algunos hogares se preparan ofrendas con los productos que supuestamente gustaban a quienes se han ido. Las calaveras de azúcar, con los nombres de los vivos, tienen el propósito de recordarnos también nuestra fragilidad y la inevitabilidad de la muerte.

En círculos intelectuales y tradicionalistas mexicanos hay un manifiesto rechazo a la celebración estadounidense, la cual se considera vulgar y comercial. Pero la verdad es que los niños mexicanos, siempre más abiertos, la han venido adoptando desde hace décadas. Así como hemos hecho propios los regalos del Santa Claus nórdico el día de Navidad, sin abandonar por ello los que traen los Reyes Magos el 6 de enero, así es cada vez más común que en México se abra un espacio para los dos festejos.

Al final ambos representan una inquietud que se remonta hasta los tiempos en que surgieron las primeras comunidades humanas. La muerte ha sido una preocupación milenaria de nuestro género. De hecho, los humanos somos los únicos seres vivos que nos preocupamos por ella, ya que sólo nosotros tenemos la capacidad para entenderla y para imaginarla en el futuro. Un perro que pierde a un ser cercano lo lame y lo huele con incredulidad, porque no entiende por qué no responde ya o por qué se modifica su olor. Nosotros lloramos porque sabemos que no veremos más al ser querido y porque sabemos también que tarde o temprano la muerte nos alcanzará.

Todas las comunidades humanas de las que tenemos registro han hecho de la muerte un objeto de curiosidad, de culto o de reflexión. Las religiones parecen surgir directamente del intento por darle a la muerte un sentido o por entender el sentido de la muerte. Los primeros poemas y narraciones épicas ofrecen explicaciones del mundo y del inframundo. El culto a la muerte llega a su extremo en el antiguo Egipto y en la Tenochtitlán mexica, culturas en las que la vida se convirtió en un simple proceso de preparación para la muerte.

En estas próximas semanas escucharemos muchos comentarios acerca de si Halloween es una aberración que no debe reemplazar ni opacar los festejos del día de muertos. Pero debemos entender que a final de cuentas las dos celebraciones son producto de una misma obsesión reflejada a través de culturas diferentes. La muerte es una de las preocupaciones originales de la humanidad. Pero vale la pena enfrentarla con una sonrisa.

Twitter: @SergioSarmient4

Leer más de Siglo Nuevo / Siglo plus

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

La sonrisa de la muerte

Clasificados

ID: 791956

elsiglo.mx