La verdad detrás de los monstruos
“¡Queremos Halloween! ¡Queremos Halloween!”. No falta mucho para que gritos como éstos resuenen por las calles mientras montones de niños exigen dulces, vestidos con simpáticos disfraces que le dan color a la noche. Pequeños vampiros, alegres fantasmas y lindas brujitas caminan por las calles cargando calabacitas de plástico repletas de golosinas… Sin embargo, muy pocas personas conocen el significado de estas criaturas que le dan al Halloween un toque especial.
Calabazas
Aunque no lo crean, en la antigüedad estos objetos no se usaban para que los niños guardaran sus dulces. Jack O'Lantern era un temido espíritu que deambulaba por las calles en la noche de brujas para proponer el conocido “truco o trato”. La leyenda dice que al no querer acercársele, las personas colocaban nabos con velas afuera de sus hogares, alumbrando así el camino de las almas en pena. Años después, la calabaza sustituyó al nabo, siendo más fácil de tallar.
Vampiros
Aunque Drácula no fue el primer “chupa-sangre” de la historia, su novela provocó una fascinación tan grande entre el público, que hasta ahora, los seres pálidos con temor al sol, siguen estando de moda. Con el paso del tiempo, cada autor les ha otorgado distintas características: Rápidos, increíblemente fuertes, intolerantes al ajo, con la facilidad para convertirse en murciélagos o incluso brillar… Eso sí, el elemento que nunca puede faltar en una historia vampírica es la sed por la sangre humana.
Fantasmas y Esqueletos
¿Cómo iban a faltar? Si el Halloween anteriormente era una festividad Celta para celebrar a los muertos. Se creía que en esta fecha, al comenzar el otoño, el mundo de los no-vivos se mezclaba con el nuestro y los difuntos podían vagar por la tierra sin ninguna preocupación.
Demonios
Aunque el disfraz de diablito es muy solicitado por estas fechas, la fiesta original del Halloween (Samhain) nada tiene que ver con estos seres. Los celtas celebraban el 31 de Octubre, solamente con la finalidad de honrar a sus muertos. Sin embargo, hay quienes insisten en que esta fecha es algo así como “el cumpleaños del diablo”.
Momias
La momificación alcanzó su apogeo en Egipto, bajo el segundo imperio Tebano. Basados en una creencia religiosa, los egipcios realizaban un ritual que comenzaba con la extracción de todos los órganos internos (excepto los riñones y el corazón) y terminaba con la deshidratación del cuerpo por medio de carbonato de soda cristalizado… Después de ese sádico proceso, el alma del difunto supuestamente podía descansar en paz.
Hombres Lobo
La referencia más antigua que se tiene de los licántropos data del mito griego de Licaón, un hombre condenado por Zeus, obligado a permanecer como lobo durante nueve años. Sin embargo, fue en la Francia Medieval cuando esta leyenda adquirió fama. Más de treinta mil personas fueron torturadas y asesinadas por los supuestos crímenes que cometieron al transformarse en peludas bestias.
Brujas
Seguramente imaginas a una señora vieja y fea, con un sombrero puntiagudo y un gato negro al lado. Pues estas entretenidas imágenes causaban terror en la antigüedad. Al comienzo del Medioevo, se publicaron cerca de dos mil escritos en donde se explicaba como torturar a una “bruja”. Se decía que el Halloween era la única noche en la que podían salir a volar en escoba con total libertad.
Espantapájaros
Aunque no se sabe con certeza su origen, se cree que los espantapájaros podrían estar asociados a un antiguo ritual de sacrificio humano para garantizar que los granjeros tuvieran una buena cosecha. Hoy en día, no puede faltar este personaje adornando el Halloween.
Zombies
Aunque últimamente no sean más que personajes de videojuegos, los zombies tuvieron su lugar en los clásicos de terror. Se cree que son cuerpos humanos reanimados, sin voluntad propia, que comen carne humana y obedecen ciegamente a la persona que les devolvió la vida. Aparecieron por primera vez en las creencias afrocaribeñas del vudú.
Frankenstein
“Frankenstein” no es el nombre del personaje verde y de brazos rígidos que la mayoría nos imaginamos, si no el de su creador. La exitosa novela de Mary Shelley donde expone que el hombre no debe interferir en la creación, ha conseguido perdurar en la historia, tanto que este melancólico monstruo se ha convertido en uno de los disfraces más populares del Halloween.