Elena Poniatowska, la 'virtuosa de las letras'. ARCHIVO
La escritora mexicana, de origen francés, Elena Poniatowska, quien nació el 19 de mayo de 1932; reconocida por sus libros “Hasta no verte Jesús mío” y “La noche de Tlatelolco”, entre otros, y llamada “La Virtuosa de las Letras”, es el personaje de esta semana elegido por esta casa editorial, con motivo de su reciente cumpleaños número 80.
La escritora vino al mundo en París como Hélène Elizabeth Louise Amélie, fue heredera al título de princesa de Polonia; hija del príncipe Jean Joseph Evremond Sperry Poniatowsky y de María de los Dolores (Paula) Amor Escandón.
Asimismo, detalla la biografía que difunde la Universidad Complutense de Madrid, la madre de Poniatowska tuvo que huir al sur de Francia, hacia 1941, a causa de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), al lado de sus hijas.
Un año después partieron a México, de donde procedía la familia de la madre de Poniatowska, y el padre de la escritora, enlistado en el ejército, se tuvo que quedar en su país natal para afrontar la lucha armada en contra de las fuerzas enemigas.
La madre de Poniatowska la inscribió, junto con su hermana, en la Windsor School, en donde aprendieron a hablar y a escribir inglés, puesto que el idioma español lo practicaban continuamente en las calle, y también recibieron clases de francés.
Posteriromente, Poniatowska estudió piano y danza, y hacia 1949 ingresó a un internado religioso cerca de Filadelfia, en los Estados unidos, en donde escribió “On nothing”, en idioma inglés, y que apareció en 1950 en la revista “The Current Literary Coin”.
La escritora regresó a México en 1952, y un año más tarde empezó a colaborar para el periódico Excélsior, en donde publicó una gran cantidad de entrevistas a personalidades, como la cantante portuguesa Amalia Rodrigues, a la pintora María Izquierdo, a la actriz dolores del Río y al escritor mexicano Juan Rulfo, entre otros.
Durante un año publicó una entrevista diaria en este periódico y en 1954 apareció su libro “Lilus Kikus”, una novela corta, en donde escudriña el mundo de los adultos a través de la mirada de un personaje infantil.
Dos años después escribió la obra “Melés y Teléo (apuntes para una comedia), en 1957 recibió una beca del Centro Mexicano de Escritores para jóvenes creadores, que otorga el Fondo para la Cultura y las Artes (Fonca).
En 1959 entrevistó al astrofísico mexicano Guillermo Haro, con quien se casó nueve años más tarde, y con quien procreó a Felipe, en 1968 y a Paula, dos años después.
A principios de 1980 conoció a la fotógrafa y militante comunista italiana Tina Modotti (1896-1942), quien pasó de Udine a San Francisco, Estados Unidos, y luego a México, y que Poniatowska llegó a admirar tanto que escribió la novela biográfica “Tinísima”, en 1992.
Además publicó “La Flor de Lis” (1988), una novela de juventud, con bastantes detalles autobiográficos, y en 1991 se publicó el primer tomo, de los más de 10 que saldrían a la venta, de “Todo México”, una recopilación con todas las entrevistas de Poniatowska.
En 1994, tras la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y luego de la penetración del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, la periodista viajó para entrevistar al líder del movimiento, el Subcomanante Marcos.
En los años siguientes, Elena Poniatowska publicó “Luz y Luna, las lunitas” (1994), “Paseo de la Reforma” (1996), “Las soldadesras” (1999), “Las siete cabritas” (2000), “Las mil y una…(la herida de Paulina” (2000), y las biografías de Octavio Paz y de Juan Soriano.
Entre los galardones que ha recibido se encuentran el Premio Alfaguara 2001 por su novela “La piel del cielo”, en la que se basó en las investigaciones que realizó su esposo a lo largo de su vida y la Legión de Honor por parte del gobierno de Francia, en 2004.
En los últimos años se comenzaron a publicar la “Obras Completas”, desde el 2005, y ha escrito títulos como “El tren pasa primero” (2005), “La Adelita” (2006), “Amanecer en el Zócalo. Los 50 días que confrontaron a México” (2007) y “Jardín de Francia” (2008), por mencionar algunos.
Hace unos días, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) le hizo un merecido homenaje en la Sala Miguel Covarrubias, del Centro Cultural Universitario, en el que centró su discurso en la juventud, e indicó que sin ellos, “México estaría irremediablemente perdido, sin aliento y sin nadie por quién luchar, sin vuelo y futuro”.