Lamenta Herrera Caldera veto a decreto contra sequía

Al conocer el veto que el Ejecutivo Federal dio al decreto para atender la sequía, aprobado por la Cámara de Diputados, el gobernador Jorge Herrera Caldera lamentó que diferencias de interpretaciones jurídicas hayan impedido la asignación de 15 mil millones de pesos extraordinarios a este problema en varios estados del país.

Valoró la disposición del presidente Felipe Calderón de conceder el decreto del 24 de enero de este año para acelerar y flexibilizar el ejercicio de 34 mil millones de pesos, que ya estaban etiquetados por los diputados federales en el Presupuesto Federal 2012, pero indicó que es lamentable que estos recursos no hayan fluido de manera ágil y oportuna como lo planteó el mandatario federal.

Estos 34 mil millones de pesos son parte de un presupuesto ordinario, autorizado para este año, enfatizó tras argumentar que dichos recursos "debieron bajar con decreto o sin decreto, con sequía o sin sequía".

Preocupado por la seria problemática en el campo, el mandatario estatal dijo que la sequía no debe estar en la agenda de las rivalidades electorales, "debe estar en la agenda de la cooperación y el apoyo mutuo a favor de los campesinos e indígenas mexicanos", apuntó.

"Lo importante era asignar recursos extraordinarios frente a una sequía extraordinaria; y que el propio gobierno federal y sus dependencias aplicaran, coordinaran y bajaran los recursos... eso era lo importante, no quién administraba los recursos", aseveró.

"Seguramente las dependencias federales le han informado al Presidente que no se requieren recursos extraordinarios para enfrentar la peor sequía de las últimas décadas en el norte de México, y seguramente tampoco le dicen que las reglas no están flexibilizadas para que bajen pronto los recursos", indicó.

Ante el grave problema de sequía que enfrenta Durango y una decena de estados del país, principalmente del norte, el gobernador reiteró su llamado a la unidad y a sumar esfuerzos, en un marco de respeto y cooperación fuera de los sesgos o visiones electorales, para evitar una crisis social en el campo, con riesgo en la vida de las familias.

Herrera Caldera dijo que en este serio problema no caben diferencias políticas ni protagonismos, porque lo que está en juego es la vida de las familias que viven en la sierra, el desierto, los valles y llanos de Durango y de otras entidades.