Es del todo posible que usted haya visto un gallinero. A propósito de la influenza aviar que diezmó a la población de estas antiguas aves de corral, las recordé enjauladas, cada una en un espacio reducido, comiendo con el pico averiado, a la luz de un foco prendido día y noche , en una explotación ausente de compasión hacia esos pobres animalitos que producen huevos para el consumo humano, llegando el momento en que son desahuciadas y vendidas al carnicero para aprovechar el redrojo que ha quedado de lo que una vez fue una hermosa gallina ponedora orgullosa de su estirpe. De las que he conocido las de la raza Leghorn son las más cotizadas o lo eran en el reciente pasado. Producen una gran cantidad de huevos de cáscara blanca. Se dijo que al virus se le localizó únicamente en la región de los Altos de Jalisco, en ningún otro punto del Estado ni otra entidad lo registra. La meta era aplicar 80 millones de dosis entre las noventa millones de aves ponedoras con las que contaban los productores jaliscienses.
El huevo, dicen los que practican estos sortilegios, tiene un poder asombroso, además de su poder alimenticio. En efecto, las personas que se dedican a la taumaturgia, al dar una limpia espiritual usan la magia que trae consigo el esferoide para aliviar los males que padecen sus pacientes. Acostumbran frotarla en el cuerpo sosteniéndolo en la palma de la mano mientras musitan oraciones invocando a las ánimas. Por lo común se trata de un embaucador o charlatán con la única pretensión de aligerarlo no de sus males sino de sus bienes. Es decir que se prestan estos juegos de la superchería para que los farsantes hagan de las suyas. Es desde luego una bribonada en que se aprovechan de la credulidad y buena fe de las personas para estafarlas. Este mundo está poblado de personas que viven de la candidez de los demás. El contenido del huevo es vaciado en el interior de un vaso con agua, que según los herederos del Oráculo de Delfos contienen las respuestas a las inquietudes que atosigan a los seres humanos al tiempo que borra las malas vibras.
En estos últimos días el precio del huevo se ha ido a las nubes a consecuencia no de su escasez provocada por la voracidad de quienes comercian con ese producto que según las autoridades no tiene razón de ser. La cosa es que siendo un producto de la canasta básica su precio repercute en el bolsillo de las clases más necesitadas. Las autoridades del ramo hacen su mejor esfuerzo, pero las alzas continúan. Se espera que su producción se normalice lo más pronto posible. Los restauranteros se quejan de que el pan, leche y huevo incrementaron su precio de manera desmesurada. El precio del huevo se ha ido estabilizando con el paso de los días aunque no de forma general. La Pofeco ve señales de que el precio va a la baja. La Sagarpa estima que la gripe aviar ha provocado 20 millones de aves que ha sido necesario sacrificar, provocando una pérdida a los productores de cuatro mil millones de pesos. Se espera se normalice el inventario en las granjas avícolas, pero se dice también que el precio difícilmente regresará a los niveles vigentes en el pasado mes de junio.
Ante el panorama de lo que nos hemos enterado, es de que la Secretaría de Economía ha modificado las reglas con el objeto de agilizar la importación de huevo. La psicosis en torno al precio del huevo caro -a decir de las propias autoridades- ya tocó fondo. No sabemos en qué se basan para hacer este vaticinio, pero ojalá y tengan razón. Lo cual sinceramente, personas conocedoras nos indican que no debemos estar muy seguros, pues la experiencia nos dice que precio que sube en el mercado no lo baja ni el Espíritu Santo. Diconsa aspira a vender el blanquillo por debajo de los 30 pesos. La Soriana vendía ayer en 26.90 una charola con 12 piezas según letrero que aparecía en su fachada. Bien es loable lo que hacen las autoridades junto a comerciantes que se solidarizan con las necesidades populares. En fin, estos álgidos tiempos de alza en el costo de la mayoría de los productos lo que se haga, buscando el bienestar popular, será doblemente satisfactorio.