A campaña presidencial lleva menos de dos semanas y ha sido interrumpida ya por la Semana Santa. El bombardeo de spots de radio y televisión, sin embargo, ya ha empezado y podemos empezar a ver si hay cambios en la opinión pública como consecuencia de esta lluvia de mensajes.
La empresa Parametría publicó este lunes 9 de abril en El Sol de México su primera encuesta tras el inicio de las campañas. En términos generales sus resultados son similares a los de otros estudios que se dieron a conocer a fines de marzo. El priista Enrique Peña Nieto está en primer lugar por amplio margen, seguido de la panista Josefina Vázquez Mota y el perredista Andrés Manuel López Obrador.
Lo más significativo de este nuevo estudio es que sugiere que la intención de voto efectivo (descontando indecisos y no respuestas) por Peña Nieto subió cuatro puntos, de 47 a 51 por ciento, desde la segunda quincena de marzo, en tanto que Vázquez Mota perdió tres puntos, de 31 a 28, y López Obrador dos, de 21 a 19. Muy atrás de los tres principales contendientes, Gabriel Quadri del Panal, pasó de 1 a 2 por ciento.
López Obrador ha cuestionado una vez más los resultados de los estudios de opinión. "Todas las encuestas están copeteadas", ha dicho el candidato de la izquierda, quien afirma en particular que buscan favorecer a Peña Nieto. Todas las encuestas que se conocen públicamente colocan al candidato del PRI en primer lugar en las preferencias electorales y solamente una, la de Covarrubias y Asociados, pone a López Obrador en segundo lugar, en vez de Vázquez Mota.
No he visto ningún argumento técnico que compruebe que efectivamente todas las encuestas públicas del país están falseadas. El propio López Obrador es candidato del Movimiento Progresista debido a que fue seleccionado por dos encuestas, una de Nodo y otra de Covarrubias. La selección del candidato de la izquierda para el D.F. también se hizo por encuestas. Nadie sugirió que todas pudieran estar copeteadas. Parametría ha hecho muchas encuestas para el PRD y para gobiernos de izquierda.
Habrá que esperar a ver otras encuestas antes de decidir si se está generando una nueva tendencia. El avance de cuatro puntos de Peña Nieto es bastante importante, aunque en meses anteriores había perdido terreno. La caída de Vázquez Mota se registra después de un alza importante, de 27 a 31 por ciento, entre febrero y marzo, mientras que López Obrador, que tuvo un ligero repunte en la segunda quincena de febrero, está regresando a niveles que representan el voto duro de la izquierda en nuestro país.
Las encuestas en general señalan que si Peña Nieto sufrió alguna pérdida de terreno en diciembre, como consecuencia de sus dudas para nombrar los libros que más le han influido en la Feria Internacional del Libro, no ha tenido dificultades para recuperarse. La caída de Vázquez Mota podría reflejar los problemas de campaña que ésta ha tenido o simplemente una falta de capacidad para llegar a votantes distintos a los panistas de hueso azul. López Obrador no ha cometido errores, pero su campaña no está generando el entusiasmo de 2006.
Falta aún mucho tiempo de campaña. No podemos olvidar que los candidatos que estaban en primer lugar de las preferencias en abril de 2000 y de 2006, Francisco Labastida y López Obrador, no lograron obtener el triunfo en julio. Los debates en mayo podrían ser la oportunidad de un cambio importante.
NACIONALISMO
En una economía cada vez más globalizada, López Obrador apuesta por el nacionalismo en materia energética. No sólo insiste en construir cinco refinerías sino que añade: "Vamos a dejar de exportar eventualmente petróleo crudo y se procesará toda la materia prima para darle valor agregado." En otras palabras, como presidente abandonaría el mercado con mayor margen de rentabilidad para concentrarse en el que genera pérdidas. Es un despropósito económico.
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