Las huellas del embarazo
Es cierto que la llegada de un bebé pone nuestro mundo de cabeza aunque también llena nuestras vidas de felicidad. Importantes cambios se manifiestan con su presencia, desde nuestro estilo de vida, nuestra relación con la pareja, pero sobre todo en nuestro cuerpo; cambios que se quedan como “huellas” de un importante acontecimiento: dar vida a otro ser.
Aunque muchos de estos cambios se deben en gran parte a nuestro estilo de vida y a los cambios hormonales que se presentan durante los nueve meses de gestación, se pueden evitar o disminuir su impacto.
Para hablar más afondo del tema, la doctora Patricia Zamora Sandoval, médico general del departamento de Prevención Social del Municipio de Lerdo, aborda los principales “problemas” que enfrentan las futuras mamás.
Daños en la piel
Uno de los problemas más comunes que aparecen durante la etapa de gestación, es el cloasma conocido también como “paño” o “máscara en el embarazo”.
Se trata del oscurecimiento de la piel, que aparece sobre todo de las mujeres morenas, el cual se presenta por el cambio hormonal y al aumento de melalina, cuya función es protegernos de los rayos del sol al absorberlos.
Generalmente aparecen alrededor de los labios superiores, nariz, frente y pómulos, reacción por la que se adopta el nombre de “máscara en el embarazo”.
Otra reacción es la presencia de pecas en la piel y el oscurecimiento de viejas cicatrices, según explica la doctora Zamora Sandoval.
La conocida Línea Alba, también aparece durante el primer trimestre del embarazo. Se trata de una línea oscura en el abdomen que inicia desde el ombligo hasta el pubis, o bien desde el pecho hasta el pubis.
De acuerdo con la doctora, esta línea desaparece inmediatamente después de haber dado a luz y en algunos casos, un par de meses después sin el uso de algún medicamento.
En el caso del paño, comenta que es sí es posible evitarlo, utilizando protector solar de alto nivel y por supuesto, evitar exponerse a los rayos del sol por tiempos prolongados. También, es recomendable utilizar cremas que contengan ácido glicólico, láctico y salicílico, que ayudan al cambio celular provocado por las hormonas.
Este problema se presenta con menor frecuencia en las mujeres de piel blanca.
Estrías
Se trata de las pequeñas líneas en la piel que llegan a aparecer en el vientre, brazos, caderas y bustos, debido al aumento de peso que se presenta durante el embarazo. Su presencia se debe a que se rompen las microfibras de colágeno y elastina de la dermis, que es la segunda capa de nuestra piel.
Para evitar que aparezcan, se recomienda una buena hidratación bebiendo bastante agua, así como la activación celular, la cual se logra a base de ejercicio como la caminata, y también están los masajes en dichas zonas, lo cual se puede practicar desde el segundo mes de gestión, etapa en la que comienzan los cambios en las nuevas mamás.
Aunque también se recomienda la aplicación de productos que prometen evitar la presencia de esas pequeñas líneas en nuestra piel, que de acuerdo con la doctora Zamora no evitan al 100 por ciento su aparición, pero si ayudan a hidratar nuestra piel, como aquellas elaboradas a base de aceite de almendras.
De acuerdo con la especialista, una vez que estas “huellas” aparecen en la piel, son casi imposibles de hacerlas desaparecer. Aunque existen tratamientos a base de rayos láser, no las desaparece por completo pero si ayuda a disimularlas.
Celulitis
Otra de las huellas del embarazo, y que quizá sea la “pesadilla” de muchas mujeres es la celulitis. Aparece debido a la acumulación de depósitos de grasa en determinadas zonas del cuerpo y a que las células adiposas o de la piel crecen, especialmente en las piernas, y son consecuencia del aumento de peso, consecuencia a la que también se le conoce como “piel de naranja”.
Para evitar su presencia, de acuerdo con Patricia Zamora, se debe llevar una dieta balanceada, no sólo durante el embarazo, sino en nuestra vida diaria, ésta debe ser rica en frutas y verduras y baja en grasas sobre todo de origen animal. Se recomienda además la caminata o hacer bicicleta.
Esta actividad no habrá de realizarse si el médico tratante establece como un embarazo de alto riesgo. Se deben de respetar siempre las indicaciones a fin de no exponer ni la vida de la madre ni del bebé.
Además está el consumir bastante agua, y es que además de evitar la presencia de estrías y celulitis, el agua permite el buen funcionamiento de gran parte de nuestros órganos.
Pero una vez que apareció la celulitis puede desaparecer. Sólo es necesario realizar el ejercicio recomendado para evitarla, es decir, se debe caminar y tomar mucha agua.
Acné
Su presencia en la piel de las mujeres embarazadas no es tan común como las anteriores reacciones. Pero su brote, generalmente en el rostro y en la espalda, se debe a que el metabolismo durante la gestación cambia. “Todo se debe a las hormonas”, recalca la doctora Patricia Zamora.
Para evitar su presencia así como para terminar con ella una vez que hizo acto de presencia, es necesario llevar una buena alimentación nutritiva y lejana de las grasas.
Zamora aclara que las mujeres en esta etapa de su vida están más propensas a sufrir de acné, sin embargo no es tan frecuente, sobre todo si se previene a tiempo.
Las várices
Aquellas pequeñas venitas que llegan a verse como “arañitas” en las piernas y otras más abultadas algunas de color azul y otras hasta moradas, se les conocen como várices
Son venas dilatadas que pueden verse cerca de la superficie de la piel. Aparecen con más frecuencia en las piernas, aunque también pueden salir en cualquier otra parte del cuerpo, de hecho, según explica la doctora Zamora Sandoval, las hemorroides no son otra cosa que várices en la zona rectal.
A muchas mujeres les aparecen las várices por primera vez durante el embarazo o descubren que empeoran durante estos meses de espera. A medida que el útero crece, explica la doctora, ejerce presión sobre la vena grande del lado derecho del cuerpo, lo cual a su vez aumenta la presión sobre las venas de las piernas. Son estas venas las que regresan la sangre desde las piernas hacia el corazón, de modo que, el trabajo se vuelve complicado.
La cantidad de sangre del cuerpo aumenta durante el embarazo, lo cual agrega carga a las venas. Además, los niveles de progesterona suben, lo que hace que las paredes de los vasos sanguíneos se relajen.
Aquellas mujeres con antecedentes familiares con várices, están aun más propensas a padecerlas durante este período.
De acuerdo con la médico, en cada embarazo, una vez que aparecen, su apariencia empeora. Así es que recomienda: evitar el exceso de peso, recomienda que debe aumentarse durante los 9 meses, entre 9 y 12 kilos; además de caminar; evitar cargar cosas pesadas sobre todo en el último trimestre; no permanecer mucho tiempo sentada o de pie; evitar el estreñimiento consumiendo alimentos ricos en fibra; no fumar; evitar la exposición directa al sol porque las venas se dilatan con el calor; levantar los pies y piernas siempre que se pueda.
Además, aconseja, dormir sobre el lado izquierdo con los pies sobre una almohada. Es así como se alivia a la vena del peso del útero y así se disminuye la presión; y por último está el uso de pantimedias especiales de soporte que ayudan a tener una mejor circulación y están disponibles en tiendas de artículos médicos y en farmacias.
Más consejos.
La doctora Patricia Zamora recomienda a las futuras mamás, a evitar todos estos cambios sobre todo porque con cada embarazo se van agravando y las “huellas” serán aún más intensas.
“Por eso es aconsejable llevar un estricto control natal, y por supuesto, contar con la supervisión de su ginecólogo durante todo el embarazo, a fin de evitar complicaciones tanto para la mamá como para el bebé que puedan poner en riesgo su vida”.