¿Así quieren gobernar? ¿A qué se ha dedicado el PRD en el DF? Simplemente a destruir todas las instituciones, como por ejemplo permitiendo el matrimonio de jotos…
Juan Pablo Castro
Uan Pablo Castro no es diputado, ni milita en el PAN, pero sí es un reflejo de dos cosas. Por un lado, de la percepción que existe en torno a cómo se "debaten" los temas que diariamente analizan las 32 legislaturas estatales y el Congreso federal en México y, por el otro, este joven es un reflejo de la percepción que existe hacia fuera del PAN sobre cuál es la identidad y la forma de pensar de un joven panista.
Primero, quien ha seguido una discusión a través del Canal del Congreso podrá escuchar el nivel de agravios personales, de acusaciones sin sustento, el pobrísimo nivel de algunas exposiciones de motivos y la falta de detalle en la discusión de las iniciativas que nuestros diputados y senadores presentan todos los días. Juan Pablo Castro no hizo más que imitar el comportamiento que se observa en las cámaras.
Sólo vimos la participación de Castro, pero habría que revisar la participación de los 66 jóvenes que se inscribieron para participar en el Parlamento de la Juventud, que durante tres días hospedó la Asamblea Legislativa del DF, para así poder contrastar. Por su lado, comunicadores y medios deberían de ser mucho más cuidadosos en cómo cuentan estas historias, ya que varios medios reprodujeron la falsa noticia de que Juan Pablo era un legislador integrante del PAN, así como reprodujeron las declaraciones emitidas de una cuenta falsa en Twitter de Juan Pablo (@jpcastrogambie) y de una no oficial de Josefina Vázquez Mota (@JosefinaVM2012) que ya fue suspendida.
Segundo, el PAN debería tomar las declaraciones de Castro como una señal de alarma. La agenda legislativa de la Ciudad de México desde 2000 hasta 2010 ha obligado a este partido a posicionarse en torno a las sociedades de convivencia (2001-2006) y en 2009 en torno a los matrimonios entre personas del mismo sexo.
En esos dos temas, el PAN perdió los debates no sólo porque la opinión pública de la capital se ha movido a favor de las uniones legales entre personas del mismo sexo -como indica la Encuesta Nacional de Discriminación 2010 de Conapred, según la cual hasta un 65% de los participantes en el DF mencionó que no se justifica "nada" oponerse a que dos personas del mismo sexo contraigan matrimonio- sino también porque el PAN no supo encontrar argumentos jurídicamente sólidos ni voceros eficaces de su posición.
Mariana Gómez del Campo, hoy candidata a senadora, Carlo Pizano y Fernando Rodríguez fueron los principales asambleístas del PAN que fungieron como opositores a la aprobación del llamado matrimonio gay y, como recordó recientemente David Razú -el asambleísta del PRD que impulsó la reforma- durante las discusiones en la ALDF se dieron argumentos mucho más ofensivos y discriminatorios por parte de legisladores que las ofensas que lanzó Castro en el Parlamento de la Juventud.
Quienes siguieron el debate del matrimonio gay, recordarán cómo el presidente Calderón mintió desde Japón al argumentar que la Constitución hablaba explícitamente de matrimonios entre un hombre y una mujer, otros recordarán cómo Gómez del Campo buscó infructuosamente la firma de 22 asambleístas para meter una acción de inconstitucionalidad y cómo, ante su fracaso, la Presidencia utilizó a la Procuraduría para enviar esa acción de inconstitucionalidad, acompañada por las de cinco estados del país. Muchos más recordarán cómo los jóvenes políticos del PAN no presentaron un solo estudio científico que avalara su rechazo a que las parejas del mismo sexo adopten menores.
Pese a todo ello, para muchos las declaraciones de Juan Pablo Castro no son relevantes e incluso algunas personas criticaron que en la cuenta oficial de Twitter de Vázquez Mota se declarara un: "encuentro inadmisible la intolerancia… respetar la diversidad es respetarnos a nosotros mismos". A mí me parece todo lo contrario.
Si bien es cierto que Juan Pablo era un desconocido y que sus declaraciones lo convirtieron en el "twittero del día" y si bien es cierto que en Twitter se cambia de tema con la misma rapidez con la que cambia la temperatura durante el día en la Ciudad de México, lo cierto es que Vázquez Mota ha hecho del slogan "un México para todos" pieza narrativa de su campaña. Hoy la candidata del PAN no sólo enfrenta vacíos en estadios por llegar tarde, sino también a jóvenes envejecidos de su partido.
Si en verdad es cierto que no toda la juventud del PAN piensa como Gómez del Campo, Pizano y Rodríguez, a todos aquellos a los que les da pena la postura de su partido respecto a este tema podrían armar un grupo de integrantes jóvenes del PAN a favor de la diversidad sexual, a modo de aggiornamento de su partido. Le harían un favor a su partido y a su candidata.
Politólogo e Internacionalista
Twitter @genarolozano
