Cuando viene la Navidad, la gente empieza a pensar en las clásicas posadas y así como disfruta el día de Guadalupe y los matachines, después viene la tradición de la piñata que se rompe y entrega su “generoso” contenido a los chamacos que a cambio de recoger algunos dulces y cacahuates, se exponen a que les den un palazo en la cabeza como ha sucedido tantas veces.
Aunque viéndolo todo desde el punto de vista idiomático, más que el palazo me resulta traumático comprobar que los matachines, las posadas, la piñata y todas esas mexicanísimas tradiciones no tienen nada de mexicanas. En su origen por lo menos son más de los italianos que de nosotros.
Me refiero en esta ocasión y en particular a la piñata, vocablo que viene del italiano PIGNATTA, que es una olla o un jarro y que traducido literalmente sería una PIÑITA por la forma que tiene. Una pigna viene siendo una piñita de esas que dan las coníferas o sea los pinos y que precisamente se llaman coníferas porque nos regalan esas figuritas en forma de cono.
Ándale Juana, no te dilates con la canasta de los cacahuates…
Cuando en mis prehistóricas épocas infantiles oía esa cancioncilla me imaginaba a la tal Juana muy ancha de caderas, una mujer muy voluminosa y por lo mismo, lenta para acercarse con la ansiada canasta de los cacahuates, que además contenía naranjas, mandarinas, dulces y a veces, en el colmo del lujo, algunos escasos chocolates.
Luego ya en la secundaria, cuando empecé a tomar clases de física y me dijeron que con el calor los cuerpos se dilatan, recordaba con frecuencia a la tal Juana tan “dilatada” con sus dilatadas caderas.
Para entonces ya tenía pleno conocimiento de que dilatarse es extenderse o ampliarse. Y es que –ahora me doy cuenta.- la palabra viene del latín DILATARE de DI = a los lados y LATARE que es ampliarse.
Sin embargo, mis papás, mis tíos, abuelos y varias generaciones de parientes anteriores, utilizaban el verbo DILATAR-SE como sinónimo de DEMORARSE y por lo que veo en el diccionario, este verbo es como una calle de doble tránsito o como un bateador AMBIDIESTRO porque se puede utilizar en ambos sentidos.
De todas maneras, Juana, la que en las posadas nunca acaba de llegar con la canasta de los cacahuates, quedó grabada en mi mente como una mujer de dilatadas caderas… Ni modo Juanita. Quién te manda ser tan dilatada para acercar las cosas.
Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com
¡NUEVO LIBRO! Ya está a la venta “Palabras y Cascabeleos! el nuevo libro de Don Ricardo Espinosa. Para adquirir éste o sus libros anteriores, pida información a libros@comodijo.net o bien al teléfono (0181) 8148 8141 de Monterrey, N. L.
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Arturo Azuara T: Le comento a un amigo que es correcto decir al derredor tanto como al rededor. Pero él me insiste en que lo correcto es al rededor. ¿Qué me comenta usted al respecto?
RESPUESTA:
Las formas correctas son EN DERREDOR (no al derredor) y también ALREDEDOR. El significado de ambas es el mismo.
Reflexión para terminar: ¡Qué desagradable es caerle bien a la gente que te cae mal! ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!