Conocer el futuro es una de las obsesiones más arraigadas en el ser humano. Por eso hay tanta gente
que se levanta y antes de bañarse, todavía con olor a sardinas en su propio aceite, lo primero que hace
es buscar el horóscopo para ver qué es lo que le depara el destino para ese día.
Probabilidad de buenas noticias para hoy. Sé cauto en los negocios. Ten cuidado con ese amigo que quiere pedalear tu bicicleta Por lo general los horóscopos predicen cosas tan vagas que es imposible que no se ajusten a la realidad cotidiana.
¿Qué es un horóscopo de acuerdo con el significado de la palabra? Horóscopo viene del griego y se origina en la palabra hor que significa hora y skopos observador. El horóscopo era un astrólogo observador de la hora. Pero la hora entre los antiguos griegos y romanos no era necesariamente la vigésimo cuarta parte de un día sino un período, un espacio de tiempo o una estación del año.
El horóscopo era un tipo que veía todo ese período o lo que iba a suceder en toda esa estación del año y esto lo hacía estudiando o espiando la posición de los astros. Por si surge la duda que ya ve usted que a las dudas les gusta andar surgiendo por todos lados- le aclaro que la palabra período puede o no llevar tilde (la rayita que representa el acento) en la í. Así que si usted dice períííodo o periooodo,
los académicos se van a quedar como si nada.
Otras aclaraciones al respecto son, por ejemplo que período de tiempo es redundancia, porque el período siempre se refiere al tiempo. Lo mismo sucede con lapso de tiempo... Es una expresión redundante porque el lapso no puede ser de otra cosa más que de tiempo. Bueno, pero estábamos con el futuro, con lo que será será como decía Doris Day y otras palabras relacionadas con el porvenir son augurio, agüero y presagio que vienen a ser más o menos lo mismo. Augurio es un presagio o un agüero, algo que que se predice, que alguien afirma que va a suceder, y esos nombrecitos tan lúgubres vienen del Augur que entre los romanos era un funcionario religioso que practicaba oficialmente la adivinación.
Ésa era su chamba, decir lo que iba a pasar con la política, con el tiempo, con la suerte y más le valía que fuera cierto porque su cabeza corría peligro Su cabeza y todo lo demás. Yo creo que el mejor método para adivinar el futuro es entrarle con fe al trabajo, para así aumentar las probabilidades de que nos vaya bien y además, no perder la capacidad de sonreir. Tener siempre presente que una sonrisa cuesta mucho menos que la electricidad y da mas luz.
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