El náhuatl, uno de nuestros idiomas aborígenes, de los que hablaban nuestros antepasados, es la lengua “que suena bien, el idioma armonioso que acaricia el oído…” Eso quiere decir la palabra náhuatl en el idioma náhuatl.
En el diccionario de la Real Academia Española se provocan algunas confusiones al respecto porque se dice que el náhuatl es el idioma azteca y se identifica a los aztecas como “el pueblo mejicano” (SIC) en general.
Ciertamente los aztecas hablaban el náhuatl pero también era éste el idioma de sus mortales enemigos los tlaxcaltecas entre muchos otros pueblos. Así que no es correcto usar azteca como sinónimo de náhuatl ni de mexicano, porque existen todavía unos 60 idiomas mexicanos y entre ellos ni el maya, ni el otomí, ni el tarasco pertenecen al grupo linguístico hablado por los nahuas y hay qué diferenciar muy bien a éstos (los nahuas) que eran el pueblo y el náhuatl que era su idioma.
Tampoco hay qué confundir el náhuatl con el nahual (que debe escribirse así, con h y no con g como lo dice el Diccionario) y que es parte de las creencias del México antiguo, que persisten hasta nuestros días en algunos pueblos indígenas.
Según esta creencia, cuando nace un niño, al mismo tiempo nace en la selva un animal cuya suerte estará ligada a la del chamaco. Entonces el muchachito puede tener como pareja animal a un tigre (pero un tigre animal, no uno del equipo de futbol), a un viborón de cascabel, a un águila o a una guacamaya (si mi suegra hubiera sido de la época, seguramente le hubiera tocado ésta última, o la víbora).
Si tu tigre cae en una trampa de cazadores y se muere de hambre, en el mismo instante tú también “das el cuartazo”. Por eso debes estar enterado de quien és tu nahual y respetarlo porque es como “tu ángel de la guarda” aunque en este caso sería más bien “tu alma gemela”
Veamos ahora algunos de los vocablos náhuatl que persisten aún en nuestro idioma cotidiano. El tianguis es originalmente un tianquiztli, que viene siendo un mercado donde se trafica con todo tipo de mercancías.
La tilma es una capa como la que usaba el polémico vidente Juan Diego y en la que se estampó la imagen de la Virgen, según las creencias de los católicos. En náhuatl la tilma se llamaba tilmatli que puede entenderse como un sarape o una manta para cubrirse y se refiere especialmente a las de algodón que usaban entonces los hombres del campo.
En náhuatl la raíz toloa implica agachar la cabeza, hacer una reverencia o hacerse curvo y por eso da lugar a vocablos tan disímbolos como el toloache (en náhuatl toloatzin) que es una planta de efecto narcótico, o sea que te duerme y al dormir te hace inclinar la cabeza y te puede incluso envenenar lentamente, hasta que te agaches y ya no te vuelvas a enderezar para nada.
De la misma raíz toloa deriva el tololoche porque es redondo, es curvo por dondequiera que lo veas y también deriva el nombre de los toltecas, un pueblo de hábiles artistas y artesanos que veneraban al dios viejo que era el dios fuego, el dios de todo, al que por viejo imaginaban agachado, encorvado y ante quien ellos también inclinaban la cabeza para reverenciarlo.
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PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Jesús Octavio Hernández M. ¿Es correcto, aunque la verdad suena muy mal, decir “no te dejo de pensar” por: no dejo de pensar en tí? ó algo similar ocurre con dos verbos pensar y amar cuando decimos “pienso en tí”, sería correcto decir “amo en tí”?
RESPUESTA:
Es correcto decir “no te dejo de pensar” como sería decir “no te dejo de imaginar” o “no te dejo de amar”, Sin embargo no es el mismo caso y por eso no es correcto “amar en ti”.
Frase lamento para terminar: ¡Hay tantas cosas en la vida mas importantes que el dinero! Lástima que ¡cuestan tanto! ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!