Silvia Pinal, Diana Bracho y Marga López son actrices. Se desempeñan en el escenario representando a diferentes personajes en una obra teatral, o bien en la pantalla grande o en la chica. Cada una de ellas es, pues, una actriz, calificativo que es la forma femenina de la palabra actor.
Sin embargo, cuando estamos hablando en términos jurídicos, entonces el actor es el demandante, el que acusa y eso ya no tiene relación alguna con la persona que representa personajes en la escena teatral.
“…Yo soy el actor porque usted me debía un dinero y no me lo pagó, a pesar de que me había firmado un documento y el documento ya está mas vencido que el PRI en las elecciones presidenciales, así que lo voy a acusar ante las autoridades para que lo obliguen a pagarme lo que me debe.”
Ese es el actor en términos jurídicos, pero en este caso, la parte femenina no es la parte actriz, sino que es la parte actora. Es decir, que como yo estoy demandando a un amigo que me “picudeó”, yo soy la parte acusadora, o sea que soy la parte actora.
Entonces no se vale decirle actoras a las actrices por más que hay algunas que son “prefabricadas” y no se merecen ese enaltecedor calificativo.
Ahora bien. El uso frecuente ha hecho que a las actrices tanto como a los actores en su versión escénica –no jurídica-. se les llame también artistas… Artistas de cine, de teatro, radio y televisión.
Aunque en sí, el concepto “artista” puede aplicarse a cualquiera que tenga actividades relacionadas con el arte, no es raro que a los cantantes, hombre o mujer, a los actores y actrices se les llame así, aunque a veces resulte temerario aceptar que su pobre desempeño esté realmente relacionado con el concepto arte.
Aquí permítame hacer una observación a propósito de la palabra cantante. Es que hay una duda idiomática que se presenta con frecuencia… ¿cómo debe llamársele a una mujer que ocupa una presidencia, la presidente o la presidenta?
Hay opiniones en ambos sentidos e incluso ya el Diccionario de la Real Academia Española lo acepta indistintamente en una y en la otra forma, pero déjeme decirle que la palabra “presidenta” no debería de existir. ¿Y eso por qué? Es que “ presidente” es el participio activo del verbo presidir, como cantante lo es del verbo cantar… ¡y aquí ya apareció “el peine” en cuanto a la relación que hice líneas atrás!
Si decimos la cantante y no la “cantanta” deberíamos decir la presidente y no la “presidenta”.
También a propósito de “artistas” me refiero a una que se hace llamar tigresa. ¿es ése el femenino de tigre? Pues se acepta pero aunque nos suene extraño, la preferencia de los académicos está con la tigra.
O sea, que en su opinión, así es como debería decirse: la tigra aunque la tigresa sea aceptada porque así lo demandó el uso y la costumbre.
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PREGUNTA DEL PÚBLICO:
¿Qué significa y de dónde proviene la palabra chido? Esta pregunta me la han hecho cientos de veces y poner el nombre de las personas que lo hicieron sería interminable.
RESPUESTA:
Es un modismo que inventaron algunos jóvenes que no tenían muy “apretada” su agenda de trabajo, (por no decir que no tenían nada qué hacer) En el Diccionario de la Real Academia Española aparece la palabra CHIDO como un mexicanismo que en lenguaje coloquial significa bonito, lindo o muy bueno. El lenguaje coloquial es el que se usa en una plática informal.
Termino con algo que me encanta: El teorema del vago: lo entiendo pero no lo hago. ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!