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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

Juan Recaredo

AL CADÁVER LO EXAMINÓ EL MÉDICO “FLORENSE”

Se me acerca un viejecito en la calle y me aborda con una gran ternura diciendo “perdóneme las disculpas, ¿no me podría regalar alguna monedita, es que estoy malo, tengo diabetis…” Me encantó su forma de decirlo y de ganarse la ayuda que uno pudiera darle, aunque gramaticalmente pues estaba diciendo una barbaridad…

En primer lugar, ¿cómo que perdóneme las disculpas? No iba a ser yo quien le corrigiera su manera de hablar, en esas circunstancias todo se comprende, pero la verdad es que me cayó en gracia la expresión que ya he oído en otras personas supuestamente de mayor nivel educativo. Y me llamó la atención porque parece que el que la dice se está disculpando por disculparse, cuando en realidad lo que trata de decir es “perdone las molestias” o algo por el estilo.

Luego está el asunto de la diabetis que debe ser diabetes con e. En eso de las enfermedades o males que a uno le aquejan, hay una barbaridad de barbarismos como el que dice que a su abuelo le dio una bolia en lugar de una embolia cerebral y nunca falta quien le “quiera matar el gallo” con el dramático caso de un primo que le daban pilecsias en lugar de decir que por causa de una epilepsia lo que le daban o le sobrevenían eran ataques o sea crisis convulsivas.

Luego resulta que “al cadáver lo examinó un médico florense” que parece que nació en una localidad llamada Flor cuando en realidad era un médico forense que es el médico legista, el que aplica la ley en conflictos relacionados con la ciencia médica, como es el caso de un médico que determina las causas de la muerte de una persona para lo cual le hace la autopsia (o autocsia como decía mi Tía Retórica).

El médico forense se llama así porque en la época de los romanos era el que representaba al foro, es decir al sistema gubernamental.

La autopsia es un examen analítico de un cadáver que se practica para determinar las causas de la muerte. Se le llama también necropsia. Autopsia se le llama porque el analista lo ve “con sus propios ojos” y necropsia porque se analiza a un muerto.

Y termino con el caso de una señora que estaba muy adolorida porque –según decía ella misma- le extraditaron una muela, o sea que independientemente de que se la hayan extraído, se la mandaron a otro país porque allá había cometido algún delito, no me imagino de qué y debía ser enjuiciada por ello

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es comodijo2@hotmail.com

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PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Para denominar a una persona perdida en el mar decimos NÁUFRAGO. ¿Existe una palabra para denominar a la persona perdida en el desierto? Gracias. Edgardo Casillas.

RESPUESTA:

Un náufrago no es alguien que se pierde en el mar. Un náufrago es una persona que sufre el hundimiento del barco en el que viaja.

No creo que haya un nombre específico para la persona que se pierde en un desierto.

Afirmación contradictoria para terminar. La música japonesa para mí es como un tormento chino. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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