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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

JUAN RECAREDO

EL ESTUDIO DEL ESPAÑOL ES UNA FIESTA

En una entrevista con la maravillosa Mariví (la periodista María Victoria Llamas, rara combinación de inteligencia y belleza que ya se fue) le comenté que cuando estaba yo en secundaria me iba muy bien en Español pero siempre “me tronaban” en Matemáticas y la dama me replicó: es que tú no conociste al maestro Fulano de Tal que decía que “las matemáticas son una fiesta”.

Pues sí, para mí el estudio del idioma español es una fiesta y más aún lo es el estudio de las etimologías que son las raíces de las palabras. Con orgullo puedo decirle a usted que aún conservo el ejemplar del libro de Etimologías Griegas y Latinas de Agustín Mateos que usamos en la escuela secundaria hace más de 50 años y es que, de veras, abrirlo y escudriñar sus páginas, es todo un agasajo.

En las etimologías me encuentro con una y otra explicación, cada vez más sorprendente. Por ejemplo ¿Qué es una semana y por qué se llama así? Pues siempre me imaginé que la raíz de esa palabra era algo muy simple pero nunca me había hecho concretamente la pregunta. Nunca me la había hecho pero ya me la estoy haciendo (la pregunta) y ahora hay que darle contestación; aquí va:

La semana tiene siete días y “siete” en latín se dice septem. Entonces, la serie de siete días consecutivos, o sea, siete días seguiditos, empezando –fíjese en esto ¿eh?- empezando por el domingo y terminando en el sábado, es la septimana, septimana porque consta de siete mañanas y de septimana a semana, pues sólo hay un pequeño paso, que la costumbre, pronto nos hizo dar.

Del mismo vocablo septem surge también septentrión que es el Norte, punto cardinal hacia el que terca y obstinada, la aguja de la brújula siempre apunta. ¿Y qué quiere decir la palabra septentrión? Ah, pues se refiere a siete bueyes ¿A siete bueyes? pregunta usted asombrado. Claro, -le contesto- siete bueyes, sin incluirme yo, claro.

Los romanos llamaban septentrium (siete bueyes) al conjunto de siete estrellas que conforman la constelación popularmente conocida como “El Carro” que es, supuestamente, la cola y las piernas de la Osa Mayor. Ellos –los romanos- juraban y perjuraban que había siete bueyes que se pasaban la vida jalando de la esfera celeste para que ésta girara sobre un eje que pasaba por la estrella polar.

Ya después se dieron cuenta de que con lo de los bueyes, ellos se estaban haciendo ídem (o sea, se estaban haciendo bueyes) que esa onda no podía ser, pero de todas maneras el nombre de septentrión y el adjetivo septentrional se le quedó para siempre al punto cardinal norte, a la Osa Mayor que está por ese rumbo, tanto como al Polo Norte (ni modo que al Sur) y también para ciertos vientos que vienen de por allá.

Escríbale a Don Juan Recaredo:

La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Antonio (a secas) quiere saber: La palabra virrionda ¿de dónde viene? y su significado ¿cuál es? Según tengo entendido, esa palabra se usaba antes, aplicada las mujeres que eran ofrecidas o algo así.

RESPUESTA:

La palabra birriondo o birrionda es un mexicanismo, no está en el Diccionaro de la Lengua Española. En México la usamos aplicada a una persona que es callejera, enamoradiza o como sinónimo de cachonda.

Me retiro con una frase que dijo Jean Louis Barrault, actor y director francés: La edad madura es aquélla en la que todavía se es joven, pero con mucho más esfuerzo. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

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