Cultura Cultura columnas editorial

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

Juan Recaredo

LA MALA ORTOGRAFÍA NO ES UNA PROEZA

Muchos lo dicen como si fuera una proeza “Es que yo tengo muy mala ortografía”. Pues no la tenga, les diría yo a todos esos que parecen enorgullecerse de algo tan burdo. Empezando porque es una flagrante contradicción. ¿Por qué? Déjeme explicarle.

De acuerdo con sus raíces, la palabra “ortografía” significa “escritura correcta” así que decir “tengo mala ortografía” es equivalente a decir “yo tengo muy mala la escritura correcta” o “yo escribo muy mal lo que se escribe correctamente” lo cual en principio no tiene sentido. ¡Para nada!

Bueno, pues no tiene sentido, pero así es y uno de los dilemas más frecuentes de estos “héroes anónimos del absurdo” es “¿esta palabra se escribe con v de vaca o con b de burro? O sea que lo toman como si fuera un acertijo y por supuesto que con mucha frecuencia le fallan y al ver los errores que cometen uno se queda preguntándose qué o cómo se determina que una palabra se escriba con b o con v.

Entonces nos vamos a consultar a nuestros viejos amigos -los libros- y encontramos que en el Manual de Ortografía que periódicamente publica la Real Academia Española viene una serie muy comprensible de notas orientadoras que nos ayudan a saber cuáles palabras deben escribirse con b y cuales con v.

Nos cita, por ejemplo en la categoría de las palabras que se escriben con b grande, el caso de los verbos terminados en buir como contribuir y atribuir, y las palabras que empiezan por el elemento compositivo bi, bis o biz que quiere decir dos o dos veces como es el caso de los vocablos bipolar, bisabuelo y bizcocho.

También nos enlista algunas palabras que conservan la forma de escribirse que tienen en su etimología, es decir, en sus raíces. Por ejemplo, tenemos el verbo beber que proviene del vocablo latino bebere y en nuestro idioma conserva la b grande y se queda como beber. Así sucede con haber, con bondad y con bimestre que proceden del latín habere, bonitate y bimestrem respectivamente y que pasan a nuestro idioma conservando la b de burro.

En cuanto a la v chica, v corta o v de vaca, podemos citar las palabras verdad, verbena y ventura que proceden de los vocablos latinos veritate, verbenam y venturam respectivamente y en nuestro idioma se quedan con ella.

Así como éstas hay muchas. Sin embargo, también hay una buena cantidad de otras palabras a las que el uso constante ha hecho que cambien su grafía (o sea la forma de escribirse) como sucede con aviolum en latín que pasó al español como abuelo.

O sea, que cambió su grafía etimológica y ahora en nuestro idioma se necesitaría ser muy ignorante para escribir avuelo con v. Algo similar sucede con el abogado que en latín es advocatum, con la marabilia que pasa a nosotros como maravilla y con el verbo barrer que en latín es verrere.

Otra categoría es la de las palabras cuya raíz se escribe con otra letra que no es la b ni la v, sino una diferente que al pasar a nuestro idioma adoptan la b como es el caso de capere, recipere y sapere que llegan a nosotros como los verbos caber, recibir y saber, o el caso del Señor Obispo que en latín es episcopum.

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

¿Cómo está bien escrito, haber si te llega o a ver si te llega, escrito en un correo? Gracias anticipadas.

RESPUESTA:

Lo correcto es “a ver si te llega”. Es como decir “Vamos a ver si te llega”.

Reflexión para terminar: Tú sabes que ya estás en la mediana edad cuando todo aquello que la Madre Naturaleza te dio, el Padre Tiempo empieza a llevárselo. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

Leer más de Cultura

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Cultura

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 812896

elsiglo.mx