Un libro publicado en España
No me resulta cómodo ni conveniente, aparte de que no es de mi gusto, escribir estos comentarios en primera persona. Corres el peligro de "engolosinarte" y empezar a jugar con el yoyo… Yo para acá y yo para allá. Sin embargo, si usted me da su venia, haré esta vez una excepción por tratarse de un tema que atañe directamente a los usos del lenguaje.
En España hay una organización que se llama Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (la AECID) cuyo objetivo es el fomento, la gestión y la ejecución de las políticas públicas de cooperación internacional para el desarrollo, dirigidas a la lucha contra la pobreza y la consecución de un desarrollo humano sostenible en los países en desarrollo, particularmente los recogidos en el Plan Director en vigor cada cuatro años.
Es muy alentador -aunque como mexicano me da algo de envidia "de la buena"- (si es que realmente hay una envidia buena) saber que en España hay un organismo establecido "en forma", derivado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, dedicado específicamente a la lucha contra la pobreza en el mundo y más gusto me da saber que esta lucha se hace atacando en varios frentes en donde el enfoque principal es la difusión del arte, la cultura y la educación.
Una de las actividades importantes de la AECID es la edición y publicación de algunos libros en donde se fomente el uso correcto del idioma español, lo cual nos deja ver la importancia que se le da a ese aspecto de la comunicación que nosotros por acá tenemos algo descuidado (bastante descuidado, diría yo). Y más gusto aún me dio recibir una propuesta de este organismo para participar como autor, o sea que me invitaron a hacer un libro de esta serie.
La propuesta se me hizo a través de la Fundéu (Fundación del Español Urgente) organización dedicada a fomentar el buen uso del idioma específicamente en los medios de comunicación. Cuando me lo propusieron dije "…lo voy a pensar" y efectivamente, después de pensarlo por una fracción de segundo esbocé mi más amplia sonrisa y dije que ¡claro que sí! y de inmediato me puse a trabajar en el proyecto.
La idea era (y es) hacer un libro en donde se hayan recopilado artículos del autor publicados en la prensa, en otros libros o como es el caso de "su seguro servilleta" transmitidos por radio y televisión en distintas épocas donde se fomente el uso correcto del idioma.
El primer libro de esta serie se llama "Crónicas del Español Urgente: Luquesinas" del español José Luque Calderón. El segundo es "Oral y Escrito" de la argentina Raquel Diez Rodríguez de Albornoz. El tercero son "Apuntes del Lenguaje" escrito por el colombiano Elías E. Muvdi y el cuarto es "El Decir de la Palabras" del mexicano "que les habla", bueno, quiero decir "que les escribe".
El hecho es que -entre otros muchos- hay cuatro libros que están circulando por el mundo, llevando un mensaje constructivo para apoyar a la gente que quiere mejorar su manera de comunicarse con sus semejantes y así, a través de la cultura y el conocimiento, combatir a la pobreza encontrando nuevos rumbos para el desarrollo. Y uno de ellos -uno de esos libros- es el mío. ¡Qué gusto me da!
Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Ezequiel Luévano. Tengo una pregunta o más bien una duda y espero me la pueda resolver. Es muy usada la frase "casi, pero no"; yo creo que está mal dicho o no sé usted cómo piense.
RESPUESTA:
No le veo ningún problema a la expresión que usted menciona. Puede decir por ejemplo: El tipo quería llegar a la cumbre de la montaña y casi llega, pero no llegó… Casi, pero no.
Reflexión para terminar: Algunas religiones son como las luciérnagas: necesitan la oscuridad para brillar. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA