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Las seis medallas de México

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

Podría pensarse que llegar a la final del futbol olímpico, justifica el desempeño de la delegación mexicana que asiste a Londres 2012.

Habrá quien diga que no importa que México gane la plata en la final con Brasil para cerrar con seis medallas: cuatro de plata, dos de bronce y ninguna de oro.

Pero tal posición resulta conformista y poco realista si pensamos que nuestro país con más de cien millones de habitantes se encuentra entre las doce naciones más grandes del mundo.

¿Por qué entonces ubicarse en la posición 44 por debajo de países como Kasajistán que con una población de apenas 16 millones llevaba hasta ayer seis medallas de oro y dos de bronce? ¿O de Cuba que a pesar de su pobreza y atraso acumula tres de oro, tres de plata y una de bronce para situarse en el lugar 16 del medallero olímpico?

Aparte de los juegos de México 68 cuando se obtuvieron nueve preseas, nuestros atletas no han pasado de seis en las recientes olimpiadas. La cosecha de medallas de oro ha sido raquítica con apenas doce en las 30 ediciones olímpicas.

Una dolorosa y quizá injusta comparación hizo en días pasados un cronista mexicano al puntualizar que un solo nadador -Michael Phelps- logró en tres juegos olímpicos más preseas doradas (18) que todo México a lo largo de la historia.

Las estadísticas son frías e insensibles, pero evidencian realidades que tampoco debemos ignorar y menos ocultar.

A escasos días de que terminen los juegos de Londres 2012, hay que decir con franqueza que México ha registrado un desempeño mediocre y que por buena suerte tuvimos actuaciones heroicas que salvan el honor nacional como el caso de la clavadista Paola Espinosa y de los seleccionados de futbol.

Pero es notoria la ausencia de un plan integral deportivo que llevara a Londres un grupo numeroso de atletas consumados y listos para ocupar el pódium sin tener que estar con el Jesús en la boca o a expensas de un mal día de los competidores.

La meta de la delegación mexicana eran doce medallas que evidentemente no se alcanzarán, pero que además no estaban justificadas si tomamos en cuenta que la gran mayoría de los connacionales que asistieron a Londres no cuenta con credenciales suficientes para colgarse la ansiada presea.

Hoy no quisiéramos culpar de nuevo al gobierno y a los funcionarios en turno por la actuación de nuestros compatriotas que -salvo valiosas excepciones- viajaron a Londres sin haber realizado la tarea con todas las de la ley.

En todo caso es el sistema mexicano que no funciona correctamente y que no permite a los deportistas talentosos convertirse en atletas competitivos y de alto rendimiento.

Una posible solución será privatizar, regionalizar y ciudadanizar al deporte mexicano. Quitarle la autoridad y los presupuestos a tantos funcionarios que han vivido a expensas del erario y que cada cuatro años se quitan las culpas con sus frases evasivas: ¨Hicimos lo que pudimos, se ganó en experiencia y en fogueo, estamos listos para la siguiente justa.

La historia se repite una vez más y como en cada Olimpiada habrá razones para justificar la exigua cosecha de medallas. Bendita sea en esta ocasión la selección de futbol porque nos hará olvidar el deplorable estado que guarda el deporte mexicano al menos por unos días.

APUNTES FINALES...

Si alguien dudaba de quién estará detrás de Enrique Peña Nieto bastará voltear a ver los nombres de los coordinadores del PRI en el Senado y en la Cámara de Diputados... Emilio Gamboa estuvo en el gabinete de Carlos Salinas mientras que Manlio Fabio Beltrones fue subsecretario de Gobernación y luego gobernador de Sonora en el mismo sexenio.

Envía tus comentarios a jhealy1957@gmail.com

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