Hambruna. Los niños siguen padeciendo en las comunidades indígenas la desnutrición.
La hambruna en la zona indígena sigue siendo el pan de cada día, el programa una Gota de ayuda no llega a todas las comunidades, "las autoridades hacen su mejor esfuerzo", dice líder indígena cenecista, quien agrega que el problema de alimentación en la zona "es grave".
Perfecto Ciriano Flores, habitante de Santa María de Ocotán y dirigente de la CNC en la zona indígena reconoce que la entrega de despensas que realiza el Gobierno del estado en aquella región no es la solución para terminar con el problema de alimentación.
Señala que no todas las comunidades reciben la ayuda a través de las despensas, en algunas zonas sí llega y en otras no, incluso dice que hay familias que en todo este año no han recibido ninguna despensa "y si la reciben, es una vez al mes, y se acaba en dos o tres días y los otros 289 la gente come sólo tortilla con sal", comenta.
En el caso de los niños, comenta que en varios pueblos o anexos comen sólo media tortilla con sal como una alimentación diaria, "no comen más porque no hay que comer", asegura.
En la zona indígena no existe alguna actividad que ayude a la gente a salir adelante, la forestal se acabó en el 98 cuando se decretó la veda, "era la actividad que mantenía a la región, había dinero", señala; hoy en día todo se basa en la agricultura para autoconsumo, pero como no hubo lluvias el año pasado, no hay que comer hoy.
Otro grave problema, comenta el dirigente indígena es que muchas madres de familia se quedan solas para cuidar a sus hijos porque su pareja se va a Nayarit o Zacatecas a buscar trabajo "el problema es que muchos ya no regresan", señala.
Esto provoca a que la mujer tenga que buscar la manera de mantener a sus hijos lo que ocasiona mayores problemas alimenticios, "si es difícil buscar trabajo para un hombre, lo es más para una mujer indígena y entonces sus hijos pasarán más hambruna", dice Ciriano Flores.
Esta razones provoca es que en cuestión alimenticia los habitantes de la zona indígena sufran, sobre todo los niños y adultos mayores y tengan que vivir situaciones graves y altos niveles de hambruna, señala Perfecto Ciriano.
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