‘Focos rojos’. La transferencia de más de 100 millones de dólares desde Sinaloa en 2007 encendió la alarma en las oficinas centrales de HSBC en Londres.
El banco HSBC fue utilizado en 2007 para transferir más de 100 millones de dólares desde Sinaloa, enclave de uno de los cárteles más poderosos de México, operación que fue detectada por funcionarios de la institución en la capital de Estados Unidos.
En diciembre de ese año, el responsable de la división latinoamericana antilavado de HSBC, John Root, alertó a Warren G. Leaming, uno de los principales asesores del banco, sobre el esquema de "lavado" de dinero y le demandó poner "extrema atención" en la transferencia.
Al inicio de su mensaje, Root comunicaba que tenía una "lista de asuntos" que actualizaría constantemente y pedía a Leaming y a David Bagley -director de regulaciones del banco desde 2002 hasta el martes pasado, cuando renunció- añadir "más cosas a la lista".
Otros correos y comunicados internos recopilados por el Senado estadounidense señalan que la transferencia de más de 100 millones de dólares desde Sinaloa en 2007 encendió la alarma en las oficinas centrales de HSBC en Londres. A pesar de la alarma los controles en el banco fallaron y, de acuerdo con un informe del Senado, la cifra de lavado entre 2007 y 2008 llegó a 7 mil millones de dólares.
La exdirectora para asuntos de contraterrorismo y finanzas del Departamento de Estado y antigua ejecutiva de la firma Goldman Sachs, Celina Realuyo, lamenta que los crímenes ligados al "lavado" de dinero de los cárteles o terroristas no estén penalizados con cárcel.
"El problema del lavado de dinero en EU no es un problema por falta de leyes, sino de incumplimiento de esas leyes de la banca y de los reguladores", consideró a Eric Olson, experto en temas de seguridad del Woodrow Wilson Center.