La escuadra de Minnesota fue incómoda dentro de la duela. Le amargan la fiesta a los Mavericks
El ala-pívot Kevin Love vivió una jornada plena después de firmar una extensión de contrato millonaria y por la noche conseguir un doble-doble que dio el triunfo a domicilio los Timberwolves de Minnesota por 90-105 ante los Mavericks de Dallas, los actuales campeones de liga.
Love, que aportó 31 puntos y 10 rebotes horas después de haber firmado su nueva extensión de contrato por cuatro temporadas, no sólo dejaron con la derrota a los Mavericks sino además la cosecharon el mismo día en que recibieron los anillos de su primer título de campeones de la NBA.
Pero además, los Timberwoves con Love de líder encestador y al base novato español Ricky Rubio de director perfecto en el juego, que aportó también un doble-doble de 17 puntos y 12 asistencias, cortaron a los Mavericks una racha de siete triunfos seguidos en el American Airlines Center y por primera vez en 16 juegos permitieron que un equipo rival les hiciese esta temporada más de 100 tantos.
El dueño de los Mavericks, Mark Cuban, que hizo esperar la ceremonia de entregas de anillos un mes después que se inició la nueva temporada, vio como su equipo volvió a dar la imagen perdedora y sintió la ausencia del alero alemán Dirk Nowitzki.
El acto de entrega de anillos se dio antes del partido, con Cuban y el entrenador del equipo Rick Carlisle, que presentaron los anillos a los jugadores, incluido Nowitzki, vestido de traje, que se perdió el tercer partido consecutivo por molestias en la rodilla derecha, y el base puertorriqueño José Juan Barea, que la pasada temporada formó parte de los Mavericks.
La presencia de Barea en Dallas con los Timberwolves, su nuevo equipo, fue una de las razones por las que organizaron la ceremonia de la entrega de anillos para que pudiese participar.