Le sale sonrisa de abanderada
Es la mirada brillante que cuando ganó la medalla de oro de Beijing 2008. La de los ojos cristalinos y sonrisa al máximo, como cuando se supo campeona del mundo en 2007. La taekwondoín María del Rosario Espinoza volvió a mostrar su rostro más alegre al oficializarse que será la abanderada de México para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Se ilusiona. El máximo honor para un deportista olímpico. Así lo toma la única vigente monarca olímpica de la delegación nacional. Por eso, el próximo 27 julio será la encargada de llevar el lábaro patrio en la ceremonia de inauguración de la justa británica.
“Ser un deportista olímpico es el sueño de todo atleta, pero el portar la bandera tricolor lo es aún más. Voy el doble de motivada por el hecho de llevar el lábaro patrio. Esto es algo que representa mucho como deportista, para mi equipo de mi trabajo y para mi familia”, señala Espinoza.
La segunda deportista mexicana en proclamarse campeona en Juegos Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos y Olímpicos —al igual que el andarín Ernesto Canto—, se enteró de su nominación cuando Bernardo de la Garza, director de la Conade, le dio la noticia en pleno entrenamiento, hace unos días. Pero fue hasta este martes cuando se le confirmó en las instalaciones del COM.
“No pasaba por mucho por mi mente el serlo o no. Simplemente estaba tranquila, con la idea de que si se iba a dar sería algo muy bueno. El hecho de llevar la bandera también implica mucha responsabilidad. Una de ellas es ganar medalla, pero en ese aspecto estoy tranquila. Creo que el objetivo lo tengo muy claro, independientemente si sí se logre o no. Todo puede pasar en estos Juegos Olímpicos”, destaca la sinaloense, quien se convierte en la sexta mujer en ser abanderada y la primera que proviene de la disciplina del taekwondo.
María tendrá una agenda muy ajetreada en las próximas semanas. El 15 de junio viajará a Inglaterra para ser parte de los relevos del fuego olímpico, regresa de inmediato a México y vuelve a Europa el 20 de julio, rumbo a Barcelona para realizar una última concentración. El día de la inauguración viajará a Londres unas cuantas horas para llevar el lábaro patrio y será hasta el 2 de agosto cuando lleguen definitivamente a la capital inglesa para su intervención en el taekwondo olímpico e intentar revalidar su oro logrado hace cuatro años.